Las repeticiones en el cine de Buñuel
Siempre me he sentido atraído, en la vida como en mis películas, por las
cosas que se repiten. No sé por qué, no trato de explicarlo[1].
Tienen un efecto hipnótico. Creo haber sido el primero en emplearlas en
el cine.
La edad de oro: el temblor de dedos |
Buñuel introduce la potencia de la repetición en la imagen
cinematográfica. Con ello intenta liberar el tiempo de los ciclos que aún lo
sujetaban a un contenido…de invertir su subordinación al movimiento. Sólo que,
en la mayor parte de la obra de Buñuel, veíamos que el tiempo seguía siendo un
tiempo cíclico, donde unas veces el olvido (Susana), otras la exacta
repetición (El ángel exterminador), marcaban el fin de un ciclo y el
comienzo posible de otro.
El automatismo del pensamiento, al proceder por reiteraciones,
repeticiones... conduce al "gag" desbaratador o al
"collage" alterador de las localizaciones tempo-espaciales. Así es
como la unidad del discurso se resquebraja para... permitir que se filtre el ensueño.
Como señala Marie-Claude Taranger, en la narrativa cinematográfica del
último Buñuel, abundan…las repeticiones
y desdoblamientos de las relaciones ilógico-causales, espaciotemporales y de
los personajes mismos; ...que, si en todas las ficciones en que se presentan
diversas posibilidades, el hombre adopta una y elimina la otra, Buñuel las
adopta todas simultáneamente, creando diversos tiempos que se reproducen y se
bifurcan. Por parecidos caminos y tiempos, Buñuel viene a enriquecer la tradición
narrativa abriendo nuevas puertas hasta el final.[4]
La edad de oro: labio que se muerde |
En los filmes de Buñuel, la contradicción humana, observada en sus
menores detalles, reclama una atención de todos los instantes para este ser
humano que es el personaje. Lo consigue a menudo por el sesgo de la repetición
de situaciones y exige del espectador, atento a
las palabras y los gestos, que haga él mismo el montaje. Si el director
hace una parte del trabajo, deja al espectador el cuidado de construir el film
construyendo él mismo el personaje.[5]
Las repeticiones son bastante frecuentes en el cine de Buñuel. Veamos
algunas de ellas:
En La edad de oro la repetición teje una red significante de
imágenes obsesivas. Estas imágenes atraviesan todo el film y son el leitmotiv
que mantiene la unidad del sueño y la realidad: temblor de dedos (onanismo),
labio que se muerde (manifestación del deseo), etc. También vemos como se
repite el paso de maristas por el puente. Estos detalles pasan quizá
desapercibidos, pero son necesarios, porque contribuyen a crear ese ambiente de
vida total.
En Ensayo de un crimen también hay repeticiones. Archivaldo de la
Cruz, por ejemplo, imagina que mata a la
novia y luego la matan realmente, es decir el crimen lo vemos dos veces.
Ensayo de un crimen: asesinato imaginado |
En Viridiana también tenemos repeticiones, como las de Rita
saltando a la comba. Múltiples escenas de la película están dispuestas como en
un espejo, de tal manera que se reproducen en dos momentos distintos y bajo una
forma también diferenciada. Los dobletes crean así una curiosa densificación de
la estructura que produce efectos de
especularidad entre acontecimientos que nada tienen que ver en apariencia.
Como ejemplo tenemos las dos tentativas de violación de Viridiana, a
manos respectivamente de don Jaime, casi al final de la primera parte y de
"El Cojo" a punto de concluir el film...Lo curioso es que Buñuel hace
que ambas escenas se realicen en el mismo decorado e incluso en idéntico lecho,
creando así simetrías siniestras entre ambas.[6]
Sin lugar a dudas es El ángel exterminador el ejemplo más
conocido de repeticiones en el cine de Luis Buñuel. En ella las repeticiones son constantes... Hay como unas veinte repeticiones
en la película. Unas se notan menos que otras...
Ensayo de un crimen: asesinato real |
Buñuel repite determinadas acciones en el film... La estructura de la
película en sí, se basa en la repetición...es
una situación circular. La repetición al
final de los gestos en el concierto, eso estaba previsto, pero las repeticiones
intermedias entre el principio y el final, ésas fueron improvisadas durante el
rodaje...Los personajes no salen porque no pueden salir, sin saberse por qué...
El paso del tiempo en la película es muy lento... mientras el encierro y el malestar duran, el tiempo es como una
eternidad... es como si ya no hubiera tiempo. ¿Cuánto tiempo están allí
dentro?... No se sabe. Están en otro tiempo. Por eso hay repeticiones: no es el
tiempo como una línea... Al final de la película no hay liberación. Sólo es
momentánea. Pero la situación de encierro se va a repetir infinitamente...Es
como una epidemia que se extiende hasta el infinito... Creo también que en mi película hay
humor...Hay algo de comedia[7].
Por otra parte, las ostentosas
repeticiones (la entrada de los invitados, la huida de las criadas...), que
suelen presentarse como ocurrencias surreales, no son sino desdoblamientos del
punto de vista, que alternan las posiciones de los señores y de los sirvientes.
Tales duplicaciones tienen una estricta función dentro de la economía
narrativa: hacer verosímil la justificación de la salida. Acostumbrados a la
duplicidad, no reparemos en lo atrabiliario del procedimiento: estamos todos
situados en los mismos lugares de aquella noche, enuncia Silvia Pinal. Y el
espectador no tiene tiempo para reflexionar, llevado por el mecanismo de la
repetición, en el hecho incuestionable de que ello es imposible, toda vez que
tres personajes han muerto y se ha incorporado uno nuevo (el mayordomo) desde
que la situación inicial se produjese.
En ángel exterminador: 1ª entrada (en contrapicado) |
La película no se basa sólo en lo insólito de la situación, sino
también en la importante función dramática que adquiere en ella el moderno recurso
de la repetición. El misterio de la repetición es la piedra de toque con la que
está construida la película. Aquí, las explicaciones que no explican nada, las
soluciones que no resuelven nada, son repeticiones.[8]
Algunas
repeticiones:
·
La entrada de los invitados en la lujosa
mansión de los Nobile y la subida por la escalera superior al piso segundo la
repetí dos veces consecutivas, sin otra variación que una toma en picado y otra en contrapicado. Los gestos, las palabras, son idénticas las
dos veces, aunque el movimiento de cámara es diferente.
·
La huida de las criadas.
·
Nobile
lleva dos veces el mismo brindis. La segunda vez viendo que nadie le escucha,
se calla antes de haber terminado, y una expresión de gran desconcierto se
pinta sobre su cara.
·
Se ve, por
ejemplo, a dos hombres que son presentados el uno al otro... Un instante
después, vuelven a encontrarse y se presentan de nuevo... Una tercera vez, por
fin, se saludan calurosamente como dos viejos amigos[9].
El ángel exterminador: 2ª entrada (en picado) |
·
El moribundo,
antes de morir, dice: “Estoy contento de no ver la exterminación” mira hacia la
puerta abierta que nadie puede franquear y ve la réplica exacta de la
habitación en la que se encuentra.
·
El
encierro, primero en la casa de los Nobile y al final, reunidos en la iglesia
par un Tedeum, volverán a quedar prisioneros, más prisioneros que nunca,
mientras se oye el bramido de la revolución.
En Belle de jour tenemos tanto repeticiones sonoras, la de los
cascabeles, campanas o cencerros, como repeticiones binarias: dos visitas de
Séverine al hospital, dos secuencias en la estación invernal, dos recuerdos
infantiles, dos visitas de Husson al apartamento de los Sérizy, etc
En Tristana las
repeticiones en la película son sobre todo de carácter binario y están muy
encubierta para que todo fluya con naturalidad. Los ejemplos más evidentes y
llamativos son los flashes finales,
que repiten escenas de la película después de la muerte de don Lope, aunque más
clara es la elección de la protagonista entre dos garbanzos, dos columnas, dos
calles, dos hombres, etc. Pero también la historia está contada con saltos de
dos años (1929, 1931, 1933, 1935) y el sueño de la cabeza de don Lope como
badajo de la campana aparece dos veces.
El fantasma de la libertad: 1º escena incestuosa |
En El discreto encanto de la burguesía el relato fílmico se sucede
en un encadenamiento lógico, aunque acausal, siguiendo las coordenadas
espaciotemporales noche-día: las notaciones del tiempo cronológico se repiten
en esta película de un modo sospechoso, que nos pone en guardia contra su
inoperancia para medir la dimensión profunda del tiempo, bloqueado por la
repetición del frustrado intento de comer juntos.[10]
Buñuel vuelve a utilizar lo insólito y la repetición, como El ángel exterminador. En
la película, la repetición de los intentos del almuerzo o cena va acentuando la
progresiva degradación de los personajes.
elementos estructurales
del drama de una manera más sofisticada que en
En El fantasma de la libertad, las repeticiones son tan frecuentes
que el guión ha de aludir a un primer y segundo médico o jefe superior de
policía. Así, tenemos dos profanaciones de tumbas (la del capitán de dragones y la del jefe de
Policía) o dos escenas incestuosas (la de la tía y su sobrino y la del jefe de
Policía y su hermana), dos citas del cuadro de Goya (el fusilamiento inicial y
el cuadro que está en la comisaría) y el repetido grito de "¡Vivan las
caenas!", etc.[11]
El fantasma de la libertad: 2ª escena incestuosa |
[1] Luis Buñuel: Mi último suspiro. Pág.:231
[2] Antonio Monegal: Luis Buñuel de la literatura al cine.
Pág.: 212
[3] Antonio Monegal: Luis Buñuel de la literatura al cine.
Pág.: 215
[4] Víctor Fuentes : Los mundos de Buñuel. Pág.: 179
[5] Charles Tesson: Luis Buñuel. Pág.: 160
[6] Vicente Sánchez Biosca: Viridiana, Paidós, 1999, Pág. 60
[7] Tomás Pérez Turrent y José
de la Colina: Buñuel por Buñuel.
Pág.:125
[8] Ado Kyrou: Bunuel. Pág.: 82
[9] Luis Buñuel: Mi último suspiro. Pág.:231
[10] Víctor Fuentes : Los mundos de Buñuel. Pág.: 187
[11] Agustín Sánchez Vidal: Luis Buñuel. (Ed. J.C.) Pág.: 372
Comentarios
Publicar un comentario