El bestiario de Luis Buñuel (2)

     Tal y como dijimos en este segundo y último post sobre el BESTIARIO de Buñuel vamos a hablar de las arañas e insectos.
     Buñuel sentía una mezcla de repulsión y fascinación hacia las arañas:
Todos los hermanos hemos amado y respetado todo aquello que vive, aunque sólo sea vegetal...Hay una excepción. Las arañas. Horrendos y pavorosos monstruos que en cualquier momento pueden privarnos de la alegría de vivir. Una extraña morbosidad “buñuelesca” hace que sean el tema principal de nuestras conversaciones familiares. Nuestros relatos sobre las arañas son fabulosos[1]...”
...A las arañas las admiro, pero me repugnan... Sólo de noche. De día, no[2]... Tengo miedo a las arañas. Toda mi familia lo tiene. Esos bichos me horrorizan, pero también me atraen mucho. Conozco bastante sus costumbres[3].
La migala de Susana
En su casa de México no tenía cortinas ni nada donde pudieran ocultarse. Pepín Bello dice que “el miedo infantil a las arañas, le llevaba a ir de noche por medio de las aceras por si le asaltaban”.[4] Y aunque parezca un contrasentido “en Hollywood llegó a coleccionar arañas indígenas, extremadamente venenosas y devoradoras de sus machos, conocidas como viudas negras.[5]
     Los insectos son un punto y aparte para Buñuel: ... Lo que más me ha gustado, me sigue gustando y me continúa pareciendo un misterio extraordinario son los insectos. Puedo ver una mosca durante no sé cuanto tiempo. Y lo que es un escarabajo, me pasaría horas mirándole... Para mí es el misterio de la vida. Lo incomprensible. Lo que está más allá[6].
...Empecé leyendo los maravillosos libros de Fabre. Me apasiona la vida de los insectos. Allí está todo Shakespeare y Sade[7].
Sin el permiso de mi padre, me matriculé como alumno del conocido entomólogo Dr. Bolívar, director del Museo de Historia Natural de Madrid, en 1920...Trabajé con interés durante más de un año, aunque pronto llegué a la conclusión de que me sentía más interesado en la vida y literatura de los insectos que en su anatonomía, fisiología y clasificación.[8]
“El amor que cobró por los insectos durante sus trabajos con el profesor Bolívar se refleja en todos sus filmes...Buñuel ha utilizado los insectos en el cine como fuerza de choque puramente visual, o como elemento de transición o ligazón de secuencias, queriendo apenas crear un contrapunto con el conflicto de los protagonistas, para recordar al espectador que hay otras aventuras al margen de las que vemos en nuestro plano visual. Por eso los insectos en Buñuel no son sólo imágenes simbólicas de estados de espíritu desequilibrados, sino que muchas veces aparecen en visión objetiva, con un gesto de curiosidad y hasta de cariño.”[9]
Los insectos y arácnidos aparecen en multitud de sus películas:
·         Un perro andaluz: hormigas en la mano, la mariposa con la calavera. El documental sobre el mosquito. Los insectos que rodean las cabezas de los personajes al final.
·         La edad de oro: el documental de los escorpiones. Las moscas en la cara de uno de los burgueses y el escarabajo aplastado.
El fantasma de la libertad
·         Susana: la araña del comienzo y que provoca su salvación. El hijo del dueño del rancho es entomólogo y muestra su caja de insectos.
·         Abismos de pasión: Eduardo diseca una mariposa todavía viva. En otra escena Ricardo atrapa una mosca y la echa en la red de telaraña y el arácnido se la come. Buñuel utiliza esta secuencia para mostrar el comportamiento de sus personajes como insectos.
·         Ensayo de un crimen: el saltamontes que “acaricia” el protagonista con el bastón.
·         Viridiana: don Jaime salva a una abeja de morir ahogada. En la casa abandonada abundan las arañas.
·         Simón del desierto: la madre de Simón tapa dos hormigueros y las hormigas vagan de un lugar a otro.
·         La joven: se estudia el comportamiento de la abeja en varias escenas.
·         Tierra sin pan: las abejas de una colmena destrozada rodean un burro. Las moscas sobre la cara de los campesinos.
·         Diario de una camarera: el viejo fetichista prueba su puntería disparando a una mariposa.
·         El fantasma de la libertad: una clavada sirve de pieza de colección del burgués ocioso.
·         La muerte en este jardín: las moscas devoran una serpiente.
·         Robinson Crusoe: la hormiga-león en la mano del protagonista (en realidad en la de Luis Buñuel).
      Buñuel estudia a veces a sus personajes como si fueran insectos. Un caso ejemplar es el protagonista de Él.
     Para terminar con el bestiario, vamos a ver algunos casos de lo qué intenta representar Buñuel con los animales:
a) Una metamorfosis: en Un perro andaluz, por medio de una metáfora las hormigas en la palma de la mano, hacen referencia al hormigueo. De esta simple metáfora se pasa a otros usos más complejos, uno humano y otro animal: los escorpiones encadenan con los arzobispos en La edad de oro. Tendríamos aquí una aplicación del montaje de atracciones, utilizado en los films soviéticos. En el límite, algunos films enteros funcionan según este procedimiento, como El ángel exterminador, donde los corderos “simbolizan” la clase burguesa que va al matadero, o El fantasma de la libertad que termina en un zoo en una masacre oída en off, alegoría de la revolución.
Abismos de pasión
b) La hipocresía del ser humano: En El fantasma de la libertad, un personaje dice: “Yo creo que los cerdos que maltratan a los animales, habría que tirarlos al mar con una piedra al cuello, como dice el evangelio...”El que pronuncia estas bellas palabras es el mismo que va a matar a  las personas desde lo alto  de la Tour Montparnasse. Y en El discreto encanto de la burguesía, se habla de un señor que ama mucho los perros grandes..., que era un antiguo nazi.
c) La muerte: Las imágenes de sacrificio de animales son particularmente numerosas en los films surrealistas, sobre todo en los de Buñuel. Se degüella un cordero en Viridiana, El ángel exterminador; se despelleja un conejo en La joven, se masacran gallinas en Los olvidados...

c) La blasfemia, la mancillación: El sacrificio del cordero en El ángel exterminador, no se comprende mas que por su relación con la simbología bíblica. La referencia a la eucaristía es por otra parte sobreentendida, pero evidente.
El “bestiario de Cristo” está muy presente en el cine de los surrealistas. En Los olvidados, es el gallo, el de la traición a San Pedro, que puntúa con su canto el film, como para anunciar las catástrofes que van a ocurrir; se vuelve a encontrar en Viridiana, en el momento en que la mendiga levanta su falda para hacer la foto. En Simón del desierto es el Buen Pastor el que aparece en medio de los corderos: los corderos recuerdan a la multitud sumisa que viene a rezarle al santo.
En Viridiana, es una paloma la que es sacrificada.
d) Nostalgias maternales y nutricionales: Habría que citar aquí todos los animales hembras capaces de dar de mamar. Son numerosos en Buñuel, sobre todo en Los olvidados: los jóvenes de este film viven con las cabras, beben la leche de las burras directamente de la ubre, la niña se cubre las piernas de leche...nada extraño ya que están privados los unos y otros de los afectos de una madre.
e)La carroña: Las carroñas jalonan los films de los surrealistas como signos de la pulsión de la muerte...Unos insectos devorando una carroña de animal: esta imagen parece haber obsesionado a los surrealistas en sus comienzos. En Un perro andaluz, se ve, en el plano final, un enjambre de insectos devorar la cabeza de los personajes enterrados hasta el cuello.
Las moscas reaparecen en La edad de oro, se lanzan sobre la cabeza del burgués durante la recepción (¿no son  cadáveres a fin de cuentas?); y luego en Tierra sin pan sobre la cara de los campesinos miserables, tan débiles que no tienen fuerza ni para apartarlas.
Ensayo de un crimen

Las hormigas, en Simón del desierto: la madre del santo hunde la mano en un hormiguero.
f) El bestiario de angustia: Con gran intuición, los surrealistas han comprendido que no eran  las grandes bestias las que inspiran en el hombre más horror y fascinación, sino más bien esos seres oscuros, más pequeños y más viejos que él: los insectos y también moluscos, crustáceos, etc...Henos aquí ante el más bullicioso capítulo de este bestiario: hormigas, moscas, escorpiones, arañas, abejas, mariposas, cangrejos, erizos...



[1] Conchita Buñuel en: J. Francisco Aranda: Luis Buñuel. Pág.:29
[2] Max Aub: Conversaciones con Buñuel. Pág.:78
[3] Tomás Pérez Turrent y José de la Colina: Buñuel por Buñuel. Pág.:16
[4] Agustín Sánchez Vidal: Buñuel, Lorca, Dalí: El enigma sin fin. Pág.: 59
[5] José Rubia Barcia: Con Luis Buñuel en Hollywood y después. Pág.: 12
[6] Luis Buñuel: Obra literaria. Pág.:50
[7] Tomás Pérez Turrent y José de la Colina: Buñuel por Buñuel. Pág.:16
[8] Autobiografía de Luis Buñuel. Escrita en 1939. ¿Buñuel! La mirada del siglo.  Pág.:285
[9] J. Francisco Aranda: Luis Buñuel. Pág.:38

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