Buñuel y la Religión (3)
En las películas
de Buñuel abundan los ataques al cristianismo, pero el realizador distingue muy
bien entre las personas y las creencias de esas personas. El rechazo de Buñuel
hacia la Iglesia viene porque es un instrumento de represión y coerción moral y
que la clase dominante utiliza para dominar los intentos de sublevación del
débil. “De ahí que el poder y la religión acaben formando una sólida unidad. El
cine de Buñuel, y el propio Buñuel, han observado con precisión esa relación.”1
Buñuel percibe
los valores injustos de la vida humana y responsabiliza de ellos a la represión
religiosa implantada por el poder establecido desde la niñez. Represión que
opera a través del inconsciente para esclavizar al individuo.2 Cree
que el único camino posible, y digno, es el de la rebeldía y el de la rebelión,
ante un mundo tan mal hecho como el que padecemos; no es de extrañar que, una y
otra vez, arremeta contra una estructura social (la Iglesia) que dice defender
una ideología (la católica) convertida en uno de los mayores obstáculos para
que pueda modificarse una sociedad injusta.”3
En su cine,
Buñuel nos muestra la huella de la religión en el hombre: en su comportamiento,
subconsciente, organización social, etc… y trata de liberarlo de toda instancia
que, en nombre de valores superiores, lo oprima, llámese Sociedad, Patria,
Orden, Religión o Cultura…y piensa que el hombre es suficiente en sí mismo para
resolver sus problemas sin acudir a puntos de referencia externos.4
Este es el punto que plantea, por ejemplo, el final de su película Nazarín.
Con Viridiana, Nazarín y Simón
del desierto, lo que Buñuel (y Julio Alejandro) trata de poner al
descubierto son las contradicciones inherentes al catolicismo que hacen
inviable e inservible la religión para los hombres…Del díptico Nazarín y Viridiana se concluye que para Buñuel, es totalmente imposible ser
cristiano, en el sentido absoluto de la palabra, en el mundo actual... Se puede
ser relativamente cristiano, pero el ser absolutamente puro, inocente, está
condenado al fracaso.5
Por otro lado “Más
que un profundo sentimiento antirreligioso lo que se manifiesta en Buñuel son
posturas provocadoras, útiles para la expresión artística transgresora que él
desea. Buñuel quiere quitarse de encima –sin poder acabar de quitárselo nunca-
el mundo religioso, tradicionalmente religioso, que vive en su infancia y
adolescencia. Es como una costra que lleva encima, de la que nunca llegará a
desprenderse y que por reacción, ha dado lugar a algunas de las obras o escenas
más singularmente poéticas del mundo del cine.”6
Su postura es la
de una rebeldía total contra la realidad del pecado. Buñuel vivió un ambiente
influido por un cierto pesimismo religioso. Aquel clima tenía que resultar
depresivo para un temperamento vitalista y rebelde como el de Buñuel…La
rebelión indómita contra aquella actitud de ascética cristiana ha sido
ferozmente expuesta en varias de sus películas. Tal vez las principales al
respecto, sean Viridiana y Simón del desierto.7
Lo que no puede
ni ignorar ni evitar Buñuel es que su obra se produzca bajo el signo de una
concepción católica del mundo... El españolismo de Buñuel explica en gran
medida el por qué de esa insistente presencia de lo religioso en sus films...8
NOTAS:
[1] Gil de
Muro, en: AA. VV.: Camino y encuentro con
Luis Buñuel. Pág.: 80
2 Elena
Gascón-Vera: La imaginación sin límites:
Sade en Buñuel. En: Turia, nº 26.
Pág.: 157
3 Antonio
Castro: El pensamiento cinematográfico de
Luis Buñuel. En: La imaginación en
libertad. Pág.: 25
4 Agustín
Sánchez Vidal: Luis Buñuel. (Ed.
J.C.) Pág.: 256
5 Antonio
Castro: El pensamiento cinematográfico de
Luis Buñuel. En: La imaginación en
libertad. Pág.: 38
6 Gil de Muro,
en: AA. VV.: Camino y encuentro con Luis
Buñuel. Pág.: 80
7 Víctor
Fuentes: Buñuel: Cine y Literatura.
Pág.: 172
8 Emilio
García Riera : Historia documental del
cine mexicano, VIII. Pág.: 149
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