El bestiario de Luis Buñuel (1)
Cuando tratamos
el tema de Calanda en Buñuel dijimos que el apartado de los animales lo íbamos
a tratar aparte por su extensión. Hoy voy a empezar con el tema del BESTIARIO
de Buñuel, que es uno de los rasgos más característicos de su filmografía. Como
dicho bestiario es muy amplio lo voy a dividir en dos apartados. En un próximo
post hablaré de las arañas e insectos en el cine de Buñuel. Hoy vamos a ver el
resto de animales en su filmografía.
Un perro andaluz: los carnuzos |
El bestiario de
Buñuel que vamos a ver hoy estaría compuesto por animales domésticos (perro,
cordero, gallina); muy pocos exóticos (la jirafa de La edad de oro); nada de
animales, salvajes u otros, ni de monstruos. Así tenemos:
Gatos: En Así es la aurora se ofrece un
auténtico muestrario de gatos, que juegan un papel muy importante en momentos
en momentos cruciales de la acción.[1]
·
Palomas: En Los olvidados cuando el
ciego frota a la madre de Meche con una paloma blanca para curarla. En Viridiana en la secuencia del banquete, el leproso saca
de su chaqueta las plumas de una paloma.
·
Corderos:
En Subida al cielo aparece el cordero en varios momentos de la
película y “viene a recordarle sus deberes conyugales”.[2]
También hay corderos en El ángel exterminador y Simón
del desierto.
·
Vaca: En la cama de La edad de oro
·
Perros: el perro sarnoso que avanza,
hacia el espectador, por la calle larga de la muerte, durante la agonía de
Jaibo en Los olvidados. El inquietante ladrido del perro muerto hace
años, al final de Robinson Crusoe.
·
La jirafa: que es arrojada por la ventana
en La
edad de oro
·
Los burros: destinados a ser carnuzos en Un
perro andaluz y Las Hurdes.
·
Gallos y gallinas que son los más
abundantes: En sus películas podemos destacar:
La edad de oro: la vaca |
- El inicio de Tierra sin pan, con su descabezamiento de gallos.
- Los olvidados es la película “que basa su significado latente en las gallinas de forma más amplia... Entre otras cosas como el elemento irracional, en forma de gallina, circula libremente por el film.[3] También los gallos y las gallinas aparecen mucho… asociados a la idea de traición...No sé. Hay una justificación realista: Pedrito tiene aves de corral y las cuida. Luego, en la granja-escuela, se desquita de sus propios problemas con ellas[4].
También aparecen gallinas en Los
olvidados en otros momentos: cuando el ciego denuncia a la policía el
paradero de Jaibo, al final de la película una gallina pasa sobre el pecho del
cadáver de Pedro y también aparecen revoloteando a cámara lenta en el sueño de
Pedro. Es encerrado en un gallinero. No resulta fácil establecer el alcance de
las gallinas en la película, y este tipo de empresas a menudo casi nunca merece
la pena plantearse (sobre todo en términos simbólicos) con Buñuel.[5]
- Al comienzo de Una mujer sin amor, cuando el ingeniero le devuelve el niño a la madre se oye en plena ciudad el canto de un gallo.
- En El
Bruto las gallinas juegan un papel de intermediario para expresar
la relación no exenta de ternura entre el Bruto y Meche. Se oye el canto
de un gallo cuando una vecina se va de la comunidad amenazada por el Bruto
como subrayando la idea de traición. Al final de la película, cuando el
propietario y "El Bruto" han muerto, Paloma, que es la
provocadora de esas muertes, ve a un gallo que parece juzgarla...Se me ocurrió cuando filmábamos la
escena y pedí que trajeran un gallo. Ya les he dicho en otras ocasiones
que pongo esas escenas sin deliberación, y dejo que el espectador las
interprete como las sienta. Los gallos o las gallinas forman parte de
muchas "visiones" que tengo, a veces compulsivas. Es
inexplicable, pero el gallo o la gallina son para mí seres de pesadilla.[6] Pedro se oculta
de los vigilantes huelguistas en un gallinero.
El ángel exterminador: los corderos
El protagonista mata una gallina
antes de conocer a Meche (que, como su homónima de Los olvidados, vive al
lado de su gallinero) y luego le regala otra y unos pollitos. En la escena que
cierra la película, una gallina negra como la que aparece en la secuencia del
ciego atacado en el descampado contempla el cadáver del Bruto con impertinente
fatalidad.[7]
- En Abismos de pasión se oyen gallos en las escenas de alejamiento entre Alejandro y Catalina, subrayando la idea de traición. Por ejemplo cuando Catalina se niega a irse con Alejandro porque va a tener un hijo de otro.
- En Susana aparece un gallo y el capataz intenta abusar de ella en el gallinero.
- En Subida al cielo sube al autobús en que viaja el protagonista un español, tratante de gallinas y al final de la película cuando llega al lado de su madre muerta, su sobrino, que está al lado, juega con una gallina clueca y cuyo canto se oye.
- En Así es la aurora las gallinas se asocian a la muerte y a la violación de la niña por el abuelo (lo encierran en el gallinero).
- En La joven, la desfloración de Evvie está asociada al tejón que entra en el gallinero sembrando la destrucción, al devorar a la gallina blanca ante el terror del resto.
- En Viridiana, se oye el canto de la gallina en la escena de la comida inmediatamente antes de dar paso al “Aleluya” de Haendel. Durante la misma comida se cuenta una adivinanza sobre la gallina.
- En Diario de una camarera Montiel abusa de la criada en el gallinero.
- En Simón del desierto, la madre del protagonista permanece al pie de la columna con unas gallinas. En ella la gallina y la madre aparecen como importante, pero en cierto modo secundario telón de fondo… Ve a su madre al pie de la columna cuidando, persiguiendo y matando una gallina para hacer una sopa.[8]
- En El fantasma de la libertad, aparece un gallo, un avestruz de forma un tanto inquietante.
Los olvidados: la paloma |
Buñuel fue un gran amante de los
animales: Los animales son seres muy
vitales, me dan alegría. Pero, en un momento dado y fuera de contexto pueden
ser muy inquietantes[9].
En Meudon Luis tuvo un chango. En Nueva York un cocodrilo
recién nacido. En París tenía una jaula con ratas. En las largas temporadas que
pasa en Calanda, Buñuel cría toda clase de animales, especialmente insectos.
Todos los
animales le son fascinantes a Buñuel. Sin ser los personajes centrales siempre
están en sus películas, siempre en el momento adecuado y siempre como símbolos
de la pasión humana, pero de la pasión biológica, instintiva, producto de la
naturaleza. Se encontrarán con frecuencia en los momentos en que las pasiones
sexuales rompen los umbrales de la tolerancia –así sucede a menudo con la
presencia de las gallinas. Los animales son también expresión de agresividad y
violencia, como los gallos que se presentan en el momento de la muerte.[10]
Buñuel improvisa a menudo las escenas con animales,
concebidas durante el rodaje y ausentes en el guión.[11]
El bruto: el gallo |
Buñuel ha
comentado: Los gallos o las gallinas
forman parte de muchas visiones que tengo, a veces compulsivas. Es
inexplicable, pero el gallo o la gallina son para mí seres de pesadilla. Añadiendo
en otro momento: Un ave de cualquier
clase, un águila, un gorrión, una gallina, los sentía como elementos de
amenaza. ¿Por qué? No sé. Es algo irracional, relacionado quizá con mi
infancia.[12]
En efecto, en la Semana Santa del Bajo Aragón se practica la fiesta llamada
“dar rosca” al gallo. Consiste en que unos niños entre siete y doce años, con
los ojos cerrados intentan decapitar al gallo con una espada. Reminiscencias de
esta fiesta se encuentran en la escena preliminar de Tierra sin pan y en el
guión de El monje, donde el duque que
secuestra a los hijos de sus campesinos, intenta pervertirlos. En uno de sus “juegos”
entierra un gallo vivo, menos la cabeza. Venda los ojos a una niña y ésta debe
golpear la cresta del gallo con un bastón.
La presencia de
gallinas y gallos en sus películas (imágenes o banda sonora) demuestran, por su
frecuencia, su carácter obsesivo y no siempre obedece a principios naturalistas.
“Para el realizador estas aves eran tan inquietantes como repugnantes, por lo
que cumplían perfectamente el cometido de espoletas del subconsciente. [13]
[1] Agustín Sánchez Vidal: El mundo de Luis Buñuel. Pág.:128
Los olvidados: la gallina |
[2] Agustín Sánchez Vidal: El mundo de Luis Buñuel. Pág.:141
[3] Agustín Sánchez Vidal: El mundo de Luis Buñuel. Pág.:130
[4] Tomás Pérez Turrent y José
de la Colina: Buñuel por Buñuel.
Pág.:51
[5] Agustín Sánchez Vidal: Luis Buñuel. (Ed. J.C.) Pág.: 131
[6] Tomás Pérez Turrent y José
de la Colina: Buñuel por Buñuel.
Pág.:71
[7] Agustín Sánchez Vidal: Luis Buñuel. (Ed. J.C.) Pág.: 133
[8] Agustín Sánchez Vidal: Luis Buñuel. (Ed. J.C.) Pág.: 133
[9] Tomás Pérez Turrent y José
de la Colina: Buñuel por Buñuel.
Pág.:171
[10] Fernando Cesarman: El ojo de Buñuel. Pág.: 59
[11] Charles Tesson: Luis Buñuel. Pág.: 212
[12] Agustín Sánchez Vidal: El mundo de Luis Buñuel. Pág. 129
[13] Agustín Sánchez Vidal: El mundo de Luis Buñuel. Pág.:129
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ResponderEliminarFelicidades por el blog. Así, sin hacer memoria, se me vienen a la cabeza los perros atados a los carros en Viridiana, aunque seguro que hay más animales en la filmografía de Buñuel.
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