El azar en el cine de Luis Buñuel
...Creo que en la vida todo es azar. Ejemplo: Si el rey don Rodrigo no se acuesta con
La Cava (ese día pudo haberse levantado con dolor de cabeza y no estar para
esas cosas), el conde don Julián no se hubiera vengado trayendo los moros a
España. Yo quisiera dedicar toda una película a los mecanismos del azar, desde
un incidente político de hoy hasta el hombre de las cavernas, retrocediendo en
el tiempo... En una película interviene mucho el azar.
Viridiana nació tan azarosamente como esto: Alatriste me proponía
una película, yo no tengo todavía un argumento. Esa mañana me he cruzado en la
calle con una inglesa muy guapa que me recuerda a la reina de España que tanto
me atraía en mi adolescencia y de ahí surge el embrión de Viridiana. Si la chica no llega a cruzarse en mi camino, no pienso
en la reina y en cambio le propongo a Alatriste cualquier otra cosa[1]...
El fantasma de la libertad: guiados por el azar se juntan en la posada los monjes, el masoquista, la enfermera, etc. |
La
novela de Roger Caillois "Ponce Pilate" "imprimiría al
final de la filmografía de Buñuel una densidad especulativa muy característica. "Este libro me ha hecho fantasear durante
mucho tiempo..."En esta novela está no sólo el azar, sino también sus tres
consecuencias más inmediatas: el misterio, el cuestionamiento de la libertad y
la existencia de la conciencia moral. Si a ello se añade que el objeto de
conjetura de Caillois es Cristo y el cristianismo, se entenderá por qué de él
surgen:
·
Simón del desierto: Es la
materialización de la hipótesis de lo que hubiera sucedido con Cristo de no
haber muerto en la cruz: sería un predicador más.
·
La vía láctea: Las guerras de
religión como consecuencia inevitable del cristianismo.
·
El fantasma de la libertad: Centrada en la red de azares que deciden cada paso de
la biografía individual y la de los
pueblos.[2]
El azar forma parte de su visión del mundo,
por eso Buñuel rechaza la ciencia:
Ensayo de un crimen: Será el azar el que haga al protagonista creer que la caja tiene el poder de... |
Debió
gozar Buñuel haciendo suyos los elementos de construcción del melodrama, los
cuales subvierten la causación lógica y las motivaciones sicológicas del
realismo estrecho, tan mal vista por Buñuel...Todo su cine comparte con el
melodrama los giros inesperados, los encuentros fortuitos, los cambios polares
dentro de un mismo personaje, las abruptas inversiones de la línea argumental,
especialmente en los desenlaces. Y, sobre todo, el papel central de la sorpresa
y del azar como elementos cohesivos en el desarrollo argumental, en lugar de la
motivación sicológica o realista...[4]
La
visión de La Chinoise (1967) de Godard, en el Festival de Venecia, le
demostró que podía realizar su verdadero proyecto estético en el cine: un
proyecto que incluía lo exterior y lo interior, la libertad imaginativa total,
el paso azaroso de los acontecimientos, los saltos en el espacio y el tiempo,
las figuraciones más diversas. Su primer ensayo para aplicar su teoría de la
imaginación como producto del azar y del misterio, sin las barreras
tradicionales de la narración lógica, formas que fueran capaces de asumir una
total libertad expresiva, que rompieran “el
espejo a lo largo de un camino”, multiplicando los puntos de vista sobre el
relato, es La vía láctea...El
discreto encanto de la burguesía
es un paso más allá en esa estética iniciada con La vía láctea...Ahora
intenta representar un personaje que no es tal, que es toda una clase social.
Aquí el azar y el misterio, la libertad y la imaginación, surgen con mayor
fuerza, liberan una expresividad aún más
nueva y plantean una estructura mucho más libre. La falta de sujeción a la
linealidad narrativa, la interposición de los personajes, la duplicación de las
situaciones, la aparición y desaparición de los elementos providenciales de
todo relato, Buñuel los lleva más allá. No hay ninguna posibilidad de asirse a
un punto de vista privilegiado. El punto de vista está determinado por el azar,
lo que produce una puesta en escena que segrega
todas sus galas posibles, al asumir su todopoderosa imaginación. La gran
trilogía se cierra con El fantasma de la libertad. Es la
película más libre de Buñuel, aquella donde alcanza su madurez, donde claramente
se identifican su visión del mundo con su visión del cine. No es el tema de la
libertad política o social el que trata Buñuel, sino el de la libertad de crear, la posibilidad de
jugar hasta sus últimos límites con el azar y su misterio...Esta trilogía
propone un sistema lingüístico y estético apropiado para ello, basado en el
azar y en la libertad.[5]
Ensayo de un crimen: ...ejecutar sus deseos |
Tratando
de demostrar que la realidad no era causal, es decir que no respondía a los
planteamientos causa-efecto, sino que se acercaba más a algo regido por el azar
que por la lógica, Buñuel intentaba cercenar las seguridades del espectador en
el mundo en el que vivía, negando que todo tuviese una explicación racional y
tratando de poner en cuestión sus más íntimas seguridades.[6]
El ángel exterminador: cuando el azar les haga colocarse en el mismo lugar que estaban al principio, podrán salir. |
El
azar se muestra de diferentes maneras en sus películas:
·
En
Ensayo
de un crimen, será el azar el que impida que sus manos no consuman sus
crímenes, sus víctimas fallecerán fortuitamente.
Es el azar el que proporciona a Archibaldo la idea de que su deseo es
omnipotente. Vive en un mundo fantasmagórico, donde el azar pareciera entrar en
complicidad con él y aportarle las deseadas víctimas.[7]
Al final de la película, de nuevo por azar, se encuentra con Lavinia, que ha
dejado a su viejo prometido, y los dos se alejan enlazados.
·
En
El
ángel exterminador, el desenlace aparece cuando, por azar, los cautivos
se encuentran en el mismo lugar de la primera noche.
·
La vía láctea: la película está narrada de una
forma un tanto particular. Parece un paseo en zig–zag a través del tiempo y del
espacio, como una serie de episodios relativamente independientes los unos de
los otros…A primera vista su sucesión revela mucho más de azar que de una
intención consciente y la película parece reflejar antes bien unos hechos
fortuitos de la vida, que la lógica de un discurso continuo y organizado.[8]
·
En
Tristana,
hay varias escenas en las que hay que escoger al azar. Buñuel hace escoger al
personaje (entre dos garbanzos, entre dos calles). Eso es ... un recuerdo de
niñez con su hermana Margarita.
·
En
El
discreto encanto de la burguesía, diversas casualidades impiden que un
grupo de amigos burgueses se reúnan a cenar.
Tristana: la protagonista escoge entre dos garbanzos |
[1] Tomás Pérez Turrent y José de la
Colina: Buñuel por Buñuel. Plot,
1993, Pág.:156
[2] Agustín Sánchez Vidal: El mundo de Luis Buñuel. Caja de Ahorros
de la Inmaculada, 1993, Pág.:272
[3] Luis Buñuel: Mi último suspiro. Plaza & Janés, 1982, Pág.:171
[4] Víctor Fuentes: Buñuel: Cine y Literatura. Salvat, 1989,
Pág.: 77
[5] Miguel Rubio: Nueve reflexiones sobre un cineasta ateo. En: Nickelodeon, nº 13, Invierno 1998, Pág.: 32
[6] Antonio Castro : Evolución y permanencia de las obsesiones en
Buñuel En: Obsesión es Buñuel. Ed.
Antonio Castro, 2001, Pág.: 326
[7] José de la Colina, en: Emilio
García Riera : Historia documental del
cine mexicano, Vol. VI. Pág.: 29
[8] Maurice Drouzy: Luis Bunuel architecte du rêve. Lherminier,
1978, Positif, n.º 162, 1974, Pág.: 141
[9] Tomás Pérez Turrent y José de la
Colina: Buñuel por Buñuel. Plot,
1993, Pág.:161
[10] Roxane Saint–Jean: Entrevista con Luis Buñuel. Pág.:60
[11] Luis Buñuel: Mi último suspiro. Plaza & Janés, 1982, Pág.:168
[12] Víctor Fuentes : Los mundos de Buñuel. Akal, 2000, Pág.:
195
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