La adaptación cinematográfica de "Una mujer sin amor"

Una mujer sin amor (1951) parte de la novela Pierre et Jean[1] (1888) del escritor francés Guy de Maupassant (1850 – 1893). Ya sabemos que la adaptación, que fue hecha por Jaime Salvador, tiene en su primer tercio bastantes cosas sacadas de la versión que hizo André Cayatte en 1943 con el título de Pierre et Jean. Como lo que se narra en ese primer tercio no aparece en la novela no podemos compararlo aquí. (Ver ese tema aquí 
Antes de pasar a lo que realmente es el tema del post, me gustaría señalar que Una mujer sin amor, es una película hecha con escaso presupuesto, por lo que no se hace ninguna referencia al mar ni a los barcos que aparecen en la novela. Mientras una gran parte de la novela transcurre en exteriores, la película está casi en su integridad rodada en interiores, para acortar días de rodaje y costos.

Resumen del argumento:
Novela Pedro y Juan
Una mujer sin amor












Guy de Maupassant

Tienda de antigüedades Montero. El matrimonio es propietario y trabaja en la tienda. Llaman del colegio y esto pone de mal humor al Sr. Montero que discute con Rosario, su mujer, y ésta le dice que ha tenido que renunciar a todo desde que se casó. Llega su hijo Carlitos, de unos 9 años y le acusa de ser un ladrón y el niño lo niega, por lo que el padre lo encierra bajo llave y sin cenar. Cuando más tarde la madre le lleve algo de cenar, se dará cuenta de que el niño se ha escapado por la ventana y salen a buscarlo.
Exterior, bosque. Un ingeniero, Julio, lo encuentra y lo lleva a su casa. Se hace amigo de la familia y lo invitan a cenar. Para corresponder él los invita al día siguiente a visitar el bosque y a comer. El Sr. Montero deja a su mujer e hijo con Julio mientras el va a un negocio. El marido tarda y Julio le pregunta cómo pudo casarse con un hombre como su marido y ella le contesta que eran pobres y terminan abrazándose.
Tras una elipsis estamos en el apartamento de Julio en la ciudad, a donde llega Rosario. Se besan y como Julio dice que no puedes seguir más así, acuerdan irse al día siguiente con el niño. Pero ese día llega diciendo que su marido está enfermo y no puede irse y viendo que Rosario no se decide a dejar a su marido, Julio decide irse solo al Brasil.
El Sr. Roland, antiguo joyero en París se ha retirado a Le Havre para practicar la pesca que le gusta mucho. Tiene esposa y dos hijos: Pedro que es médico y Juan que acaba de terminar Derecho.
Luisa, la doctora que se disputan
los dos hermanos
Toda la familia ha ido de pesca con una joven viuda, la Sra. Rosémilly. Los dos hijos eran muy distintos, tanto físicamente como en su forma de ser.
Cuando vuelven a casa se enteran de que el notario había preguntado por el Sr. Roland. Al acabar la cena llega el notario y les informa que había fallecido el Sr. Maréchal y había nombrado heredero a Juan.
Pedro sale a pasear y comprende que su mal humor se debe a que está celoso por la herencia de Juan. Va a ver a su amigo Marovsko que le dice que ese asunto de la herencia no dará buena impresión.
Al día siguiente Pedro piensa que debe ganar dinero rápidamente y se pone a ver casas donde instalar su consultorio. Posteriormente, cuando le apetece compañía femenina va a ver a una camarera con la que ha salido alguna vez. Al contarle la suerte que ha tenido su hermano, le comenta que eso explica lo diferentes que son los dos. La sugerencia le molesta bastante y piensa que debe advertir a su hermano.
La enfermera que le abre los ojos a Carlos
Al día siguiente, más tranquilo, le echa la culpa de sus  pensamientos a los celos y va a darse un paseo en el barco y a la vuelta a casa se entera de que su hermano ha alquilado la casa que le gustaba a él, con lo que su malestar aumenta. Le pregunta a su madre cuándo conoció a Maréchal y luego intentó recordar cómo era.
Por la noche no podía dormir pensando en la culpabilidad de su madre. Por la mañana decide irse de excursión y le pide a su madre que busque el retrato de Maréchal  y al volver lo estuvo examinando.
Pasan dos semanas de malas caras y de ver pálida a la Sra. Roland. Su marido dice que parece que la herencia ha traído la desgracia a la casa. Juan pasa la mayor parte del tiempo en su nueva casa y atribuye la actitud de su hermano a los celos.
Carlos observa a su madre con las cartas de
su único amor
Deciden celebrar la compra de la casa yendo de excursión al campo. Después van a pescar langostinos y Juan se declara a la Sra. Rosémilly que acepta. A la vuelta de la excursión van a la casa de Juan para verla amueblada. Pedro hace una alusión a la viuda que molesta a Juan y le dice que va a ser su esposa. Juan le acusa de que está celosa por ella y por el dinero. Pedro le contesta que la herencia los ha deshonrado, le echó en cara sus sospechas y se marchó.
A Juan lo que le preocupaba en ese momento es que su madre, que estaba en la habitación de al lado pudiera haberlo oído. Entra en la habitación y su madre le confiesa que es verdad. Quiso marcharse pero su hijo no la dejó. Le confesó que Maréchal había sido el único hombre al que había amado y la acompaño a su casa.
Al final Carlos perdona a su madre
 Al día siguiente por la mañana Juan habla con su madre y a la hora del almuerzo Juan saca la conversación de que un nuevo barco, el Lorraine, necesitaba un médico y que se podía ganar bastante dinero. Pedro se interesó por el tema, y aunque no le apetece encerrarse en un pequeño camarote, solicita la plaza y se la conceden. La madre intenta quemar el retrato de Maréchal, pero Juan se lo impide.

Cuando Pedro se va, la familia se despide en el camarote y luego a bordo de La perla.
Han pasado los años. El matrimonio tiene dos hijos: Carlos y Miguel, ambos médicos. Éste último acaba de terminar la carrera y están celebrando una fiesta. En ésta está Luisa, una doctora muy amiga de los dos. Carlos le propone entablar relaciones, pero ella le dice que mejor seguir como amigos de momento.
El padre les propone vender unos terrenos y con el importe construir una clínica para ellos. Los dos están conformes, pero el proyecto no se lleva a cabo  porque el padre no obtiene el dinero que esperaba por los terrenos.
Llega el notario informándoles que ha muerto en Brasil Julio Mistral y que ha dejado su herencia, 1.100.000 pesos a su hijo Miguel. El padre y Miguel se alegran de la noticia, Rosario está muy apenada y Carlos serio, dice que se va a trabajar.
En la clínica una enfermera, al saber que había heredado solo su hermano le dice que eso no causará buena impresión.
En casa, Miguel le dice que ha comprado la casa para la clínica y que seguirán con el proyecto, pero Carlos lo rechaza. Su madre sube a su habitación y le hace ver que lo que tiene son celos de su hermano. Carlos lo reconoce y la abraza.
Pero no puede dormir. Ve luz por debajo de su puerta y ve a su madre que está viendo una foto y leyendo viejas cartas de amor.
Al día siguiente su hermano le pregunta si está enamorado de Luisa y al decirle que no, le notifica que él sí lo está. Posteriormente, entra la enfermera a proponerle salir con él a bailar y al rechazarla porque es una enfermera, le echa en cara: “No se insulta a una enfermera cuando se es hijo de quien se es”.
A partir de este momento Carlos empieza a dar de lado a su madre. Ésta se da cuenta y sube a su habitación para hablar con él, pero al ver su retrato roto en el suelo comprende que su hijo sabe la verdad.
Carlos pregunta si no hay un retrato del Sr. Mistral y al traerlo la madre busca el parecido con su hermano. Dice que ha tenido un desengaño con una mujer y la madre que lo oye se desmaya.
Miguel se casa y Carlos llega tarde al convite y anuncia que se va a investigar al Trópico. Poco después muere su padre de un infarto.
Días más tarde, Carlos está listo para irse de viaje. Luisa le explica que si se casó con su hermano fue porque estaba enamorada de él, cosa que Carlos no se cree y le habla mal, por lo que tiene un enfrentamiento con Miguel. Éste le acusa de que todo lo que tiene son celos y envidia de su dinero.
Carlos que no puede aguantar más le acusa de haber deshonrado a la familia por haber aceptado la herencia y que es hijo del hombre que le dejó la fortuna. Miguel amenaza con matarle, pero la madre interviene y dice que es verdad, que fue el único amor de su vida y que si se avergüenzan de ella que se vayan.
Miguel le pide perdón y le dice que se vaya a vivir con ella, pero su madre le dice que no que se queda con sus recuerdos.
Carlos también le pide perdón y la abraza. Se despide de su hermano y se va. La madre pone la foto de Julio encima de la chimenea y se queda en su casa con sus recuerdos.

Hay múltiples diferencias entre novela y film:
Novela Pierre et Jean
Una mujer sin amor
La novela no describe las relaciones de la Sra. Roland con su amante.
La película dedica el primer tercio para describirlo.
La novela se ambienta en Le Havre, un puerto marino. La familia posee un barca.
En la película desaparece cualquier referencia al mar. La historia se desarrolla en el interior.
El matrimonio lleva una joyería
Lleva un tienda de antigüedades
El hijo mayor es médico y el menor abogado.
Los dos son médicos
La viuda Rosémilly es adinerada y no trabaja.
Luisa es doctora.
La madre prefiere quedarse sola con sus recuerdos
Son el farmacéutico Marovsko primero y luego la camarera los que hacen ver a Pedro que la herencia de su hermano se interpretará  mal.
Ese papel lo desempeña la enfermera
Pedro ve una casa que le gusta, pero Juan se le adelanta y la compra, sin saber que a su hermano le interesaba.
Piensan montar una clínica con la venta de unos terrenos del padre. El proyecto se frustra. Miguel quiere montar la clínica con el dinero de la herencia, pero Carlos no acepta.
Los dos hermanos van detrás de la viuda Rosémilly, Jean se le declara y acepta.
Los dos hermanos van detrás de Luisa. Carlos se le declara y ella le dice de continuar como están. Luego se casará con Miguel.
Hay varias excursiones, paseos en barca, etc.
Prácticamente toda la película está rodada en estudios, en interiores.
El padre no muere
El padre muere.
Pierre decide irse de casa y se enrola como médico de un barco sin perdonar a su madre.
Carlos se va a investigar al trópico y perdona a su madre.
La madre intenta quemar el retrato del hombre al que amó, pero su hijo Juan se lo impide.
La madre pone el retrato encima de la chimenea, en lugar preferente.
La madre intenta olvidar con ayuda de su hijo Jean.
La madre ni piensa olvidar, ni pedir perdón. Quiere que la acepten como es o que se vayan. Se queda con sus recuerdos.

Para leer el post de Una mujer sin amor


[1] La versión de la novela que he utilizado es: Guy de Maupassant: Pedro y Juan/Bola de sebo, Salvat, 1982

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