La adaptación cinematográfica de Ensayo de un crimen, 1955


Rodolfo  Usigli publicó Ensayo de un crimen en 1944, y según parece tuvo como origen un siniestro crimen que ocurrió en la Ciudad de México. Pasa por ser la primera novela negra de la literatura mexicana y la única de su autor. Usigli y Buñuel tenían muchos amigos en común, pero fue seguramente Ernesto Alonso, el protagonista de la película, el que los puso en contacto allá por el año 1949-1950. Lo cierto es que en mayo de 1951 en carta que le escribió el dramaturgo a Octavio Paz le informó de que estaba trabajando con Buñuel en tres proyectos: Susana (1950), Una mujer sin amor (1951) y la adaptación [ilegible] de Ensayo de un [ilegible].[1] Sin embargo, lo que parece ser un primer intento de llevar la novela a la pantalla, no cuajó y la causa más probable debió ser la fuerte personalidad de novelista y realizador.
Fue en 1955 cuando volvieron a juntarse para la elaboración del guión de la película, pero la colaboración se interrumpió al cabo de un par de semanas, debido a las diferencias que había entre las pretensiones de uno y de otro.

Rodolfo Usigli
Argentina Casas, la ex-mujer de Usigli escribió: “Una tarde, Buñuel llegó a nuestro departamento de las calles de Querétaro, para ponerse de acuerdo con Rodolfo sobre el tratamiento cinematográfico de la novela y hacer el guión. Fue varias veces y me pareció muy simpático, de mucho carácter, que hablaba con voz fuerte y el característico ceceo español"
 “Luis Buñuel ya no volvió a visitarnos porque salimos a Nueva York y cuando regresamos nos encontramos con que Ensayo de un crimen ya estaba en exhibición en los cines. Buñuel había cambiado muchísimas cosas y la novela no seguía el proceso del ensayo del crimen que es una acción repetitiva, sino que se había convertido en una película muy surrealista, en su estilo buñuelesco, eso sí.”

“Rodolfo se quejó ante el Sindicato de Autores de Cine –continua Argentina– y pidió que se reunieran en asamblea; allí, con el salón lleno, Rodolfo le reclamó a Luis Buñuel y le dijo que en un principio había quedado de respetar la novela y que había aceptado que Rodolfo diera su aprobación a los cambios que hubiera, cosa que no había sucedido. Total, ambos se insultaron públicamente, y Buñuel nunca se lo perdonó, porque se sintió herido en su orgullo de director [...] Ni modo. Para acabar el cambio, en Francia se llamó La vida criminal de Archibaldo de la Cruz.” [2]
            Usigli insistía en que su novela Ensayo de un crimen había sido desnaturalizada por Luis Buñuel, en su película y Buñuel alegaba que el lado de "roman á clef" no me interesaba, porque yo no conocía el mundo que describía Usigli, ni creo que le interesara al espectador. Me interesaba lo otro: la obsesión del persona­je. Comprendo que Usigli no estuviera de acuerdo con mi versión. No nos disgustamos: nos separamos amistosamente. Además, para el extranjero, cambié el titulo: La vida criminal de Archibaldo de la Cruz.

La ruptura se produjo porque escritor y cineasta defendieron su postura, su particular visión de la obra. A Buñuel solo le interesaban determinados aspectos de la obra y por eso puso en los créditos "inspirada en". Buñuel coge la novela como punto de partida, pero luego toma distancia de ella, ya que solo toca algunos aspectos de la misma, pero que dejan claro cuál es el origen de la película. Como el argumento de ambos textos tienen poco en común, me ha parecido una pérdida de tiempo compararlos como he hecho en otras ocasiones. He preferido resumir brevemente el argumento de la novela y señalar lo que Buñuel ha cogido de ella. La novela está dividida en tres partes, cada una de las cuales trata de un asesinato diferente:

La primera trata del asesinato de Patricia Terrazas. Roberto de la Cruz decide matarla, pues le molesta su forma de ser y cuando va a efectuar el crimen ve que alguien se le ha adelantado. Deja su "tarjeta" para que le acusen a él del crimen y en la cárcel vive como un privilegiado, hasta que deciden trasladarlo hasta otra prisión y entonces declara su inocencia, acusando al que él considera el auténtico asesino. La sociedad cree que no denunció al culpable por defender el buen nombre de la difunta. Al final el protagonista queda como un héroe, luego se siente frustrado como asesino.
El protagonista, la navaja de afeitar, la caja de música y el origen de la música que suena durante su infancia, en la época de la Revolución.
Los personajes de Patricia Terrazas y la Sra. Cervantes y su hija.
La segunda parte trata del asesinato del conde Schwartzemberg, un personaje al que Roberto de la Cruz considera despreciable. Lo planifica todo perfectamente y le golpea creyéndole muerto. Al día siguiente lee en el periódico que ha habido un incendio en el edificio donde vivía el Conde y que pereció a consecuencia del mismo. Nueva frustración para el protagonista.
Aparece el personaje de Lavinia
La tercera y última parte trata del asesinato de Carlota Cervantes. Carlota era la mujer de Roberto de la Cruz y la mata sin saber que era ella, ya que el  lugar estaba a oscuras y pensaba que era Lavinia, ya que esperaba su visita. Detienen y acusan del asesinato al amante de su esposa, del que Roberto ignoraba su existencia. Este se confiesa autor del crimen. La policía le acusa de crimen pasional, lo que le molesta mucho e intenta demostrar que fue un crimen gratuito. La policía no le cree y lo encierra en un manicomio, con lo que nuevamente se siente frustrado ya que no se le reconoce como un criminal.

Carlota tiene un amante


En relación con los personajes de ambas obras, señalar que en la novela hay más que en la película, lo cual es lógico. En esta última no aparece el personaje del ex inspector Herrera que juega un papel muy importante en la novela. Los nombres de los personajes que aparecen en ambas obras se mantienen, salvo el del protagonista que de Roberto pasa a llamarse Archibaldo, conservando el mismo apellido.

Aunque el argumento de ambas obras sean muy diferentes, no quiere decir que no tengan muchas cosas en común ambas obras:


·       La frustración de sus protagonistas Roberto/Archibaldo de la Cruz como asesinos.
Alguien se le adelanta en el asesinato, lo que
produce frustración como asesino
·       El erotismo y la muerte son una constante en ambas obras.
·       Ensayo de un crimen se puede considerar como un documento histórico por la profusa mención de antros, lugares y calles de la Ciudad de México, además de personajes de la época, disimulados algunos bajo nombres distintos de los reales. La película, aunque en menor medida sigue la misma línea.
·       Ambos personajes son elegantes caballeros del siglo XX. Un tipo distinto de dandy cada cual, por cierto. Más tradicional el De la Cruz literario, asiduo de garitos (de uno solo, el del gordo Asuara, como eran miembros de un club los dandis europeos del siglo anterior). Más visual y adornado Archibaldo, con su bastón y esas maneras refinadas que solo podía encarnar un actor como Ernesto Alonso.[3]
·       En ambos textos, la caja de música, y la melodía que se escucha desarrollan un papel importante. Al escucharla el protagonista es transportado a otro mundo, a otra parte del subconsciente. Más que la caja es la música lo que altera al protagonista de la novela/película impulsándole al crimen.
·       Ambos utilizan navaja de barbero para afeitarse y será el arma asesina en las dos obras.
·       Tanto en la novela, como en la película, el protagonista ve en Carlota la pureza en la mujer, que puede liberarlo de su inclinación al asesinato. También tiene un amante que Roberto/Archibaldo desconocen hasta el último momento.
·       Novela y película tienen un final abierto.


Ahora vamos a analizar más detalladamente las diferencias entre las dos obras. El cuadro de la izquierda hace referencia a la novela y el de la derecha a la película.

1-El protagonista:
El protagonista fantasea con el asesinato
que va a cometer
Roberto de la Cruz:
Hombre de mediana edad, formal y educado que proviene de buena familia y que no tiene ocupación. Vive con lo que gana en el juego en una casa de huéspedes. Es un esteta, le gusta la belleza.
La novela cuenta la aburrida rutina diaria de Roberto: el personaje se levanta, se arregla y sale a la calle, compra un periódico, sale a desayunar o a tomar un café. Después, se reúne con amigos o decide ir a apostar en juegos de azar para posteriormente regresar de nuevo a su morada y empezar su rutina de nuevo. No obstante, en la historia, suceden encuentros que destierran a Roberto de esa rutina, y lo meten en un estado psicológico donde lo que más desea es dar muerte a otro ser humano.[4]
Archibaldo de la Cruz:
 Es también un hombre de mediana edad, formal y educado, con buena posición económica. No tiene oficio y emplea su tiempo en la cerámica.
Da le impresión de ser un poco afeminado sin llegar a ser homosexual. Solo bebe leche. Cuando Archibaldo va a asesinar la emoción criminal está envuelta en humo, oscuridad, sangre que escurre; una navaja seleccionada para la ocasión, movimientos lentos y expresivos. Aparece el erotismo, mediante imágenes femeninas del pasado, ligado a la idea del asesinato.[5]
Se siente frustrado.
Las ensoñaciones del protagonista sobre sus
asesinatos se envuelven en oscuridad

2-Sus crímenes:

Está  obsesionado con cometer un crimen gratuito, sin motivación, por estética. Que se le reconozca como un gran criminal. Cuando Roberto va a asesinar, prepara la situación meticulosamente e imagina el momento.
Le da lo mismo asesinar a una mujer que a un hombre. El impulso para asesinar aumenta al oír la música de la caja. Llega a cometer el asesinato.
Cree que la caja de música le da poder. Asesina para disfrutar de la sensación de poder. Solo trata de asesinar a mujeres y que le atraen eróticamente. La música le impulsa al asesinato. No llega nunca a cometer ningún crimen, solo fantasea con cometerlos.

3-La caja de música/la música:

La melodía remite a De la Cruz a su infancia, cuando iba de la mano de un militar, amigo de su padre, durante la Revolución. El militar mató a un hombre viejo, mientras un cilindro callejero tocaba la música del vals El príncipe rojo
En la película, la melodía retrotrae a Archibaldo a su infancia, durante la Revolución también. Concretamente al momento de la muerte de la niñera a causa de un disparo accidental.

Archibaldo conoce a Lavinia en la joyería
cuando oye la música de la caja
4-La navaja de afeitar:

La navaja aparece en las primeras páginas de la novela y tendrá una función determinante en el desenlace, pues con ella Roberto de la Cruz comete su único crimen.
Archibaldo tiene un estuche con siete navajas para afeitarse, marcadas con el nombre de cada día de la semana. Aunque lo intenta no llega a utilizarlas, puesto que no comete ningún crimen.

5-Patricia Terrazas:

Es la primera persona a la que Roberto desea matar, ya que le molesta su vulgaridad. La conoció en la sala de juego y la detestó desde el primer momento. Planifica su asesinato y cuando va a realizarlo se le han adelantado. No obstante deja su "tarjeta" para que crean que ha sido él.
En la película la conoce cuando va a visitar a las Cervantes, ya que Patricia Terrazas sale de su casa. Después de conversar un poco con ella, se siente molesto por su vulgaridad y tras verle las piernas al subir a su auto recuerda la música de la cajita, lo que indica su deseo de matarla. Su vulgaridad y la visión de sus piernas la sentencian a muerte.
Encuentro con Patricia Terrazas

6-La Sra. Cervantes, madre de Carlota:

Admira a la madre y se siente en cierto sentido atraído por su belleza y actitud.
El protagonista no muestra ningún interés por la madre.

7-Carlota:

Roberto la conoce a través de Patricia Terrazas. Carlota acaba de contraer matrimonio. El protagonista se siente atraído por su belleza y actitud. Se casa con ella. La asesina accidentalmente.
La conoce desde el comienzo de la película. Quiere casarse con ella, descubre que le engaña, quiere asesinarla pero se le adelantan.

8-Lavinia:
Buñuel y las dos Lavinias
La conoce al salir una noche de jugar a las cartas. Es una joven guapa, discreta y muy elegante. De la Cruz  se sintió atraído por ella y pone una casa que iba a ser para él a su disposición. Ella se siente atraída por el protagonista también. Al final de la novela tiene problemas y Roberto intenta ayudarla, pero cree haberla asesinado en un arrebato.
En la película la conoce en una joyería. Está comprando algo, cuando oye la melodía de la caja de música y se acerca a la muchacha y a su acompañante que tienen intención de comprarla. Coge la caja e insiste en comprarla basándose en que perteneció a su familia. Posteriormente veremos que se dedica a ser guía de turistas. Es  coqueta, desenvuelta e independiente. Siente una cierta atracción hacia ella, fracasa al intentar asesinarla y termina con ella al final de la película.

9- El final:

Roberto termina en el manicomio, pero Lavinia quiere verle, por lo que queda la posibilidad de que terminen juntos.
En la película terminan juntos, aparentemente con Archibaldo curado de su problema, pero nada nos permite asegurar que eso sea así y no intente asesinarla.
Final abierto: ¿Qué ocurrirá a continuación?


[1] Gustavo Pérez Rodríguez: Ensayo de un crimen. Luis Buñuel-Rodolfo Usigli, entre la afinidad y la diferencia, Ciudad Universitaria, 2008, pág. 14 (consultado a través de Internet)
[2] Gustavo Pérez Rodríguez: Ensayo de un crimen. Luis Buñuel-Rodolfo Usigli, entre la afinidad y la diferencia, Ciudad Universitaria, 2008, pág. 15 (consultado a través de Internet)
[3] Agustín García Delgado: Dandismo y asesinato como una de las bellas artes en la novela Ensayo de un crimen, de Rodolfo Usigli, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, 2010, pág. 100. Consultado en Internet.
[4] Gerardo T. Cummings: Ensayo de un crimen o el acto de transponer una novela a un film, Horizontes, 90, Puerto Rico: La Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, 2006, Consultado a través de Internet
[5] Gustavo Pérez Rodríguez: Ensayo de un crimen. Luis Buñuel-Rodolfo Usigli, entre la afinidad y la diferencia, Ciudad Universitaria, 2008, pág. 35 (consultado a través de Internet)

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