La adaptación cinematográfica de Robinson Crusoe
La película que Buñuel rodó en 1952
parte de la novela que, con el mismo título, publicó Daniel Defoe en 1719[1]. Siendo
como es una película barata, como todas las mexicanas del realizador, es normal
que haya hecho una adaptación bastante drástica: no se ve ningún barco, ni
efectos especiales de la tempestad, etc. También ha eliminado toda la parte
inicial y final de la novela que se desarrollaba en Londres, el mar, etc. La
película comienza, prácticamente, con la llegada del Robinson a la isla.
En la
novela de Defoe, el episodio del náufrago y de la isla desierta no representa
sino una parte de un relato que abarca la vida entera de un hombre (el náufrago
regresa a Inglaterra, se establece, se aburre, vuelve a la isla, implanta ahí
el cristianismo y vuelve a su país natal dando la vuelta al mundo). Buñuel tuvo
pues que escoger, y no solamente entre los acontecimientos del libro, sino
también entre los temas. Así, ilustró bastante sucintamente todo el aspecto
manual y material de la readaptación del náufrago, sobre el que Defoe ponía un
acento particularmente preciso y detallado...Los estados sucesivos de su
evolución son incuestionablemente marcados (de la soledad rebelde a la soledad
confortable, pasando por la angustia metafísica y la resignación; de la
dominación desconfiada a la
fraternidad)...[2]
Siendo como es que se tomó muchas
libertades con la adaptación, consiguió a pesar de todo:
·
Dar
la impresión de haberse mantenido bastante fiel al espíritu original de la
obra.
Antes de pasar al resumen del argumento de novela y película debo aclarar que a veces se viene a decir lo mismo en los dos, aunque utilizando diferentes palabras. Ello se debe a que el resumen de cada uno se hizo en momentos diferentes. Se ha procurado emparejar ambas columnas cuando el significado era semejante:
Novela
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Película
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Robinson tiene gran
interés en viajar y su padre intenta convencerle para que no lo haga, pero no
lo consigue. Se embarca y tras una tormenta son rescatados. Se va a Londres y
viaja a Guinea donde hizo una pequeña fortuna comerciando. Su segundo viaje
fue menos afortunado, ya que el barco fue atacado y estuvo 2 años prisionero.
Escapó y fue rescatado por un barco portugués que lo llevó a Brasil. Allí
compró una plantación y permaneció varios años, durante los que fue
enriqueciéndose. Junto con otros propietarios
organizaron un viaje a Guinea en busca de esclavos, pero el barco
naufragó.
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Llega solo a una
isla de noche y por miedo se sube a un árbol a dormir. Al día siguiente ve
que su barco está encallado y se dirige a él. Construye una balsa y durante
varios días va descargando todo lo que cree que le es aprovechable: armas, pólvora,
herramientas, galletas, un perro, dos gatos, etc., hasta que desaparece el
barco.
Busca un lugar
adecuado para construirse un alojamiento de lona y una empalizada para
protegerse de las posibles fieras o habitantes. Excava la pared de atrás y se
hace una cueva, donde resguarda mejor sus pertenencias. Caza una cabra para
comer.
Empieza a escribir un diario. Ve que han crecido unas matas de arroz y cebada, debido a unas semillas que caerían por casualidad. Hay un terremoto y se hunde parte de la cueva, por lo que decide construirse una cabaña.
Enferma durante
varios días, durante los que pasa sed, tiene un sueño, en el que un personaje
intenta matarlo por su falta de arrepentimiento. Al despertar se acuerda de dar
gracias a Dios.
Cuando se recupera
explora una parte de la isla que no conocía y se construye allí una pequeña
choza. Pone uvas a secar, recoge la cosecha de cebada y arroz y planta
árboles en torno a la empalizada.
Aprende a hacer
cestos y enseña a hablar a un papagayo porque le molesta no poder hablar con
nadie.
Construye un bote,
pero demasiado lejos del agua y pesado, por lo que no puede acercarlo al
agua. Se construye una sombrilla y una piragua con la que piensa dar la
vuelta a la isla, pero unas corrientes están a punto de acabar con su vida y
decide abandonar la piragua y volver andando a su cabaña.
Mejora sus
comodidades con la construcción de un torno y una pipa para fumar. Como la
pólvora se va acabando decide criar cabras con lo que obtiene carne, leche,
queso y manteca.
Se hace vestidos con las pieles y sale a hacer un nuevo viaje por la isla. Descubre en la arena de la playa la huella de un pie más grande que los suyos, se asusta y se mete en su cabaña. Pasó días asustado y elucubrando de quien podía ser y decidió plantar una nueva línea de árboles para ocultar el lugar donde vivía.
Decide llevar una parte
de sus cabras a otro sitio por seguridad y hace un viaje a otra parte de la
isla, donde descubre cráneos humanos en la playa. Asustado se vuelve a su
cabaña y se prepara para un posible ataque.
Muere su perro. Un
día vio varios salvajes en la playa. Cuando se fueron se acercó al lugar y
encontró los restos de canibalismo. Otro día escuchó el disparo de un cañón y
vio que un barco estaba naufragando. Al día siguiente se acercó y no encontró
a nadie con vida. Se trajo un perro que encontró y un par de arcones. Decidió
atrapar a un salvaje para tener un esclavo/criado, por lo que a partir de
entonces estuvo atento a la llegada de los salvajes a la isla.
Después de mucho tiempo por fin llegan. Uno de los prisioneros que iba a ser comido se escapa y es perseguido por dos caníbales. Robinson va a su encuentro y se deshace de los perseguidores.
Le pone el nombre de
Viernes y le enseña su idioma, a comer lo que él come, la religión y otras
cosas. Al principio tiene un poco de miedo de su esclavo, pero este termina
por hacerle preguntas comprometidas sobre la religión. Viernes le cuenta que
en su país vive un grupo de hombres blancos. Robinson vuelve a desconfiar de
Viernes cuando este le dice que le gustaría volver su país, aunque
posteriormente le aclara que en su compañía, que nunca que le abandonaría.
Construyen una barca
con la intención de ir al país de Viernes, pero la llegada de las lluvias les
hace esperar. Llegan más caníbales a la isla y al ver Robinson que una de las
víctimas era un hombre blanco les atacan y lo liberan. Luego ven que dentro
de una de las canoas había un salvaje atado para ser devorado y resulta ser
el padre de Viernes, lo que le produjo una gran alegría. Se los llevan a su
cabaña.
El prisionero blanco
era español. Hablaron de construir un barco para traer a los otros hombres
blancos, pero primero tenían que resolver el problema de la alimentación, por
lo que aumentaron la plantación de cereales. Cuando se recogió el grano, el
español y el padre de Viernes se fueron a por los otros hombres blancos.
Días más tarde llegó
a la isla una barca con hombres blancos, algunos de los cuales iban atados.
Robinson los liberó y resultó ser el capitán de un barco amotinado que estaba
cerca. Mataron alguno de los hombres y el resto se rindió y se puso a su
disposición.
Robinson cuenta al
capitán toda su historia lo que le deja maravillado. Llega una segunda
chalupa procedente del barco buscando a
sus compañeros y Robinson y sus amigos, valiéndose de algunos trucos
consiguen reducirlos. Al día siguiente van y recuperan el barco con lo que
Robinson puede volver a su tierra acompañado de Viernes, dejando en la isla a
los cabecillas del motín. Robinson les explica cómo sobrevivir en la isla.
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Llega solo a la
playa. Es de noche y se sube a un árbol a dormir por miedo a las fieras. A la
mañana siguiente abre un huevo de un nido y ve que hay un pollito[3]
y lo deja en su sitio. Baja del árbol ve que su barco está encallado y nada
hacia él. No encuentra a nadie, salvo un gato. Llega a la playa en una balsa
llena de lo que ha cogido del barco. Se le ve de nuevo en el barco recogiendo
yesca, pedernal, etc. Ya en la playa no sabe hacer fuego. Ve que un animal
sale de la selva y resulta ser el perro Rex.
A la mañana
siguiente el barco ha desaparecido. Acumula en la parte alta de la isla una
gran cantidad de leña para hacer fuego para el caso de ver algún barco. Se
construye un refugio excavando la pared de la montaña. Dispara a un ave y
bebe el líquido de un coco.
Empieza a escribir
un diario. Se pone enfermo y delira.
Tiene mucha sed y sueña con su padre que no le da agua y le recrimina por no
haberle hecho caso y emprender el viaje. Su padre le dice que le perdona, pero
que Dios no.
Cuando se cura
empieza a leer la Biblia. Se le acaban las galletas y ve que han crecido unas
matas de cereales de forma accidental a partir de algunos granos que traería
del barco.
Hace una exploración por la isla para ver las fuentes alimenticias de que dispone.
Ve tierra a lo lejos y piensa en construir una canoa
pero fracasa. Ha construido un corral para las cabras, tiene un papagayo al
que ha enseñado a hablar y la gata ha parido y se pregunta dónde está el
padre.
Los pájaros intentan
comerse la cosecha y hace un espantapájaros con vestido de mujer. Echa de
menos hablar con alguien. Celebra los 5 años en la isla bebiendo ron. Ya
borracho “oye” cantar a sus excompañeros.
Recoge la cosecha de
grano, hace pan, lo cuece al horno, tornea vasijas de cerámica en un torno.
La voz en off nos informa que ha mejorado en todas las técnicas. Se siente
solo y piensa en cómo salir de la isla.
Pasan los años y el
perro muere de viejo. Se siente más solo y va al valle para oír el eco de su
voz. Le invaden pesadillas y recurre a la Biblia, pero no le encuentra
sentido y acude a la playa a pedir socorro.
Vestido completamente de pieles y con sombrilla va por la playa y se pronto se ve sorprendido por una huella de pie que es más grande que la suya y huye corriendo. Dispersa el rebaño de cabras para que no delate su presencia y esconde al papagayo. Con el catalejo ve que son caníbales.
Por la mañana ve los
restos humanos en la playa y siente ganas de matarlos. Piensa en un plan de
defensa con diferentes armas; incluso fabrica una bomba. Pero después piensa
que no es Dios para acabar con sus vidas.
Otro día ve fuego a lo lejos. Son de nuevo los caníbales en la playa. Una de las víctimas escapa y dos caníbales le persiguen. Robinson va a su encuentro a través de la selva. Mata a uno de los perseguidores y al otro lo deja inconsciente. Llama al prisionero, pero en principio le tiene miedo. Cuando acude se arrodilla en su presencia y al ver que su perseguidor recobra el conocimiento le quita el sable a Robinson y lo mata.
Después de enterrar
a los dos muertos se lo lleva a su casa y le pone de nombre Viernes. Le da
pan para comer pero lo escupe. Robinson tiene miedo de que le pueda atacar.
Al día siguiente los
caníbales se han ido. Como no se fía de Viernes, no le deja ningún arma. Le
enseña a ayudarle y el idioma. Un día le dice a Robinson que le gustaría
volver a su país y esto hace que aumente más su desconfianza hasta el punto
de poner una puerta de separación entre ambos.
Una vez entra en su
cámara para coger su pipa para fumar y Robinson le pone grilletes en los
pies. Como aumenta su desconfianza, un día le dice que sería mejor que se
fuera a su tierra y Viernes le responde que prefiere que lo mate antes que
mandarlo lejos.
Al ver su lealtad,
recobra la confianza en él y le dice que nunca le abandonará. Le deja una
escopeta, pesca para él, construyen una barca. Un día Viernes ve unas monedas
de oro que le gustan mucho y Robinson se las da. Aquel se hace un collar con
las monedas y se pone un vestido de mujer. Robinson le hace que se lo quite. Junto
a Viernes, Robinson pasa los años más felices de su estancia en la isla.
Robinson le lee la
Biblia y Viernes le hace preguntas comprometedoras: ¿Por qué Dios no acaba
con el diablo?, ¿Si Dios deja que el diablo nos tiente, por qué se enfada
cuando pecamos?
Después de 28 años
en la isla, decide construir un bote que los lleve lejos.
Un día que Robinson
iba de paseo por la isla, aparece un caníbal que iba a matarlo por la
espalda, pero Viernes lo evita. Luego ven que en la playa hay más.
Días más tarde oyen disparos en la playa. Se acercan y ven que unos hombres blancos han llegado con prisioneros. Atan a estos y los dejan bajo la vigilancia de dos hombres. El resto de compañeros se adentra en la isla. Robinson desata a los prisioneros y tras enterarse del motín que les ha llevado a esa situación, se ofrece para ayudarles si le llevan a Inglaterra y acepta.
Viernes, simulando
ser un indígena, acude a los otros marineros
con su collar de oro y una cesta de fruta como un presente. Los marineros al ver el oro que lleva
Viernes le piden que los lleve a donde hay más oro y este los lleva hasta la
cabaña de Robinson, donde son sorprendidos y atrapados.
Robinson se viste
con sus mejores ropas, recoge su dinero y echa una última ojeada a su
alrededor. Deja a los amotinados en su cabaña y él sube al bote con Viernes
en dirección al barco, mientras se oyen los ladridos de un perro.
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Llega a Inglaterra
donde todos le habían dado por muerto. Apenas tenía dinero y se fue a Lisboa,
donde a través de su antiguo amigo capitán de barco consiguió que se le
reconocieran sus propiedades en Brasil y recuperar el dinero que habían
producido durante esos años, con lo que se vio con una gran fortuna.
Regresó a Inglaterra
por tierra y tras un viaje con algunos problemas consiguió llegar y allí
vivió durante un tiempo, donde llegó a casarse. (Fin de la primera parte de
la novela)
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Antes de
señalar las principales diferencias entre la novela original y la adaptación
que hicieron Luis Buñuel y Hugo Butler, con la colaboración de Luis Alcoriza, hay
que decir, que en la novela se tratan muchas más cuestiones que en la película,
porque el género novelístico lo permite. Intentar reflejar todo lo que cuenta
la novela en celuloide hubiera dado para una serie de televisión. Lo que no
quita para que la película pueda expresar, a través de sus imágenes, el
sentimiento de soledad de Robinson mucho mejor que la novela. Aclarado esto,
las diferencias más destacadas son:
Viernes le hace preguntas sobre religión, que Robinson no sabe responder |
·
En
la película se han eliminado todos los procesos de aprendizaje de Robinson:
haciendo la balsa, aprendiendo a hacer cestos, cerámica, etc. En la novela, incluso
señala en muchos casos el tiempo que le
lleva la realización de algunos de los trabajos. En la película se ve siempre
el objeto ya conseguido, obviando el proceso: la balsa ya construida, las
cabras en su corral, la cerámica en el torno, etc. Por ejemplo, la novela le da
mucha importancia al hecho de construirse una pipa para fumar. En la película
aparecen dos pipas que por su aspecto deben haber sido descargadas del barco.
·
La
parte final de la estancia de Robinson en la isla está bastante reducida en la
película. Se elimina el pasaje del otro barco naufragado, del español que es
rescatado de los caníbales, del padre de Viernes, así como toda referencia al
resto de hombres blancos en el país de aquel.
·
La
película resalta mucho más el sentimiento de soledad de Robinson, añadiendo
incluso alguna escena que no está en la película, como cuando va al valle para
oír el eco de su voz.
·
En
la novela hay momentos en los que Robinson se encuentra feliz en la isla, cosa
que no ocurre en la película.
·
Buñuel
va un paso más allá que la novela en el tema de la religión. En la novela,
Viernes le pregunta a Robinson ¿Por qué Dios no acaba con el diablo? Y en la
película, Buñuel añade una pregunta más: ¿Si Dios deja que el diablo nos
tiente, por qué se enfada cuando pecamos?
·
En
la novela el perro pertenece al segundo naufragio, mientras que en la película
pertenece al mismo barco que Robinson.
·
Hay
algunos detalles de su amor por los animales en la película: el huevo que abre
y cuando ve que hay una cría de pájaro lo deja en su sitio. La escena de los
insectos también. Por cierto, en ambos planos, las manos que aparecen son las
de Luis Buñuel.
Robinson ante la montaña, quejándose de su soledad |
En cuanto
al pensamiento de uno y de otro también hay diferencias. Mientras que el
personaje de Defoe se preocupa sobre todo de almacenar todo lo que puede, el de
Buñuel ve su inutilidad al comprobar que no sabe encender un fuego, aunque quizás
lo más interesante de la adaptación cinematográfica sean las relaciones entre
Robinson y Viernes. En la novela el tema se trataba desde
el prisma de la mentalidad del colonizador, quien ve al otro como objeto para
ser destruido o asimilado. La relación de Robinson con Viernes cuando salen de
la isla son las de amo y criado. Buñuel viene a subvertir esta perspectiva. En
su interpretación, y con el humor buñueliano, vemos lo irrisorio de la
pretendida superioridad del colonizador y de su intento de asimilar al otro
como objeto. [4]
Para leer el análisis de Robinson Crusoe
Para leer el análisis de Robinson Crusoe
[1] La edición utilizada aquí es Random
House Mondadori, S. A., 2006, con traducción de Julio Cortázar. La edición
incluye las dos partes de la novela.
[2] J.J.R., en: Emilio García Riera : Historia documental del cine mexicano,
V. Pág.: 66
[3] Tiene todo el aspecto de un
pollito. A Buñuel nunca le han preocupado ciertas “incongruencias”.
[4] Víctor Fuentes: Buñuel en México. Instituto de Estudios
Turolenses, 1993, Pág.: 96
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