Agón, 1978
Agón es el
nombre, provisional, del último guion que escribió Buñuel con la colaboración de
su habitual Jean-Claude Carrière. También se le conoce con otros nombres: El canto
del cisne, Haz la guerra y no el amor, Una ceremonia secreta, Guerra, sí: amor,
tampoco y Una ceremonia suntuosa.
Se inició en 1978 a petición de Carrière, pero en 1980 se abandonó
definitivamente el proyecto, al comprobar el propio Carrière el estado de salud
del realizador.
Buñuel y Carrière en San José de Purúa |
He estado en Normandía escribiendo con Luis [sic] Carrière el libreto de una película que no sabemos todavía cómo se llamará. Hemos barajado algunos títulos. Por ejemplo, Agon, es decir: agonía, cuyo sentido original es el de combate. En nuestro argumento viene a ser el combate entre la vida y la muerte, como en nuestra “agonía” española. Es mi título más corto, por eso me gusta. Pero también podría ser El canto del cisne, que tendría un sentido ambivalente, el final de la civilización occidental y el último film de Luis Buñuel…
El tema
do Agon o El canto del cisne será el terrorismo, en fin, no sé si será el tema latente
o el tema manifiesto, coma diría André Breton. Pero el terrorismo atravesará
toda la película, por arriba o por abajo. Me apasiona el terrorismo, que es ya
una cosa universal y que se practica como un deporte. Se diría que ahora es una
tentación que está allí a la mano de cualquiera que sea joven y tenga un poco
de ganas de acción: es un dandismo de nuestro tiempo. Yo creo que ya no tiene
el sentido moral, el tono desgarrado del terrorismo tradicional, el nihilista o
el anarquista. Es una tentación muy estimulada por los medios de información,
un modo de hacerse famoso. Cualquiera que sea joven y tenga una pistola o una
metralleta se roba un avión en vuelo y pone a temblar a un par de naciones y se
conquista la atención del mundo, se convierte en un divo.[1]
Unos 30 años después Carrière escribió: Aquí es donde escribimos en 1979 la primera -y única- versión de nuestro último guion: Una ceremonia suntuosa, en el que se cuenta la interesante historia de un grupo terrorista que amenaza con hacer saltar el museo del Louvre, y que Buñuel, debilitado, tendría que renunciar al filmar. Algunos meses más tarde regresamos decididos, como de costumbre, para lanzarnos en una segunda versión. Todo había cambiado. Nuestras viejas habitaciones de aire monástico... habían sido salvajemente modernizadas. Pero sobre todo, Luis no encontraba el bar...Llamamos al coche y nos fuimos para no volver juntos ya nunca más.[1a]
El primer título era Agonía. La palabra procede del griego agón, que significa combate. La agonía es el último combate, el que siempre estamos seguros de perder.
El primer título era Agonía. La palabra procede del griego agón, que significa combate. La agonía es el último combate, el que siempre estamos seguros de perder.
Durante el
trabajo, llegamos a un título menos siniestro, Una ceremonia suntuosa...Pero nada en este guion era definitivo.
Tal vez incluso el título hubiese cambiado.
El terrorismo
le fascinaba y le repugnaba al mismo tiempo. Recuerdo que se sentía
particularmente orgulloso del final de la película, donde se ve que la inmensa
violencia estatal (la explosión de una bomba atómica en Jerusalén) convierte en
irrisoria toda tentativa individual.
Portada del guion |
Para el final
habíamos pensado ver el rostro, con las órbitas vacías, de Cristo apareciendo
entre las nubes por encima de paisajes muy diversos, en África, en la India,
sobre una caravana musulmana o de los esquimales de Groenlandia.
Luis detestaba
los museos y la glorificación del arte, la idea de hacer volar el museo del
Louvre le parecía verdaderamente deliciosa. Podíamos soñar durante horas,
imaginando la sonrisa de la Gioconda absorbida por las ondas de la explosión.
Como era
habitual, trabajamos inicialmente en El Paular, después en San José de Purúa,
en México, Pero desde que llegamos a San José, en el mes de agosto de 1978,
comprobamos que el hotel había cambiado, perdiendo una parte de su encanto.
Luis recorrió todos sus pasillos y vino a verme realmente indignado, exclamando
“¡Ya no hay bar!”
Esta amarga
evidencia, el triste signo de los tiempos, fue una de las razones, y no de las
menores, que llevaron a Luis a abandonar el proyecto. Permanecimos unos días en
el balneario y después nos fuimos.[2]
Las trompetas del apocalipsis suenan a
nuestras puertas desde hace unos años, y nosotros nos tapamos los oídos. Este
nuevo apocalipsis, como el antiguo, corre al galope de cuatro jinetes: la
superpoblación (el primero de todos, el jefe, el que enarbola el estandarte
negro), la ciencia, la tecnología y la información. Todos los demás males que
nos asaltan no son sino consecuencias de los anteriores, Y no vacilo al situar
a la información entre los funestos jinetes. El último guion sobre el que he
trabajado, pero que nunca podré realizar, descansaba sobre una triple
complicidad: ciencia, terrorismo, información. Esta última, presentada de
ordinario como una conquista, como un beneficio, a veces incluso como un
«derecho», quizá sea en realidad el más pernicioso de nuestros jinetes, pues
sigue de cerca a los tres y sólo se alimenta de sus ruinas.
Si cayera abatido por una flecha, se
produciría muy pronto un descanso en el ataque a que nos hallamos sometidos.
Me impresiona tan intensamente la
explosión demográfica que con frecuencia he dicho —incluso en este libro— que
sueño a menudo en una catástrofe planetaria que eliminase a dos mil millones de
habitantes, aunque estuviera yo entre ellos. Y añado que esa catástrofe no
tendría sentido ni valor a mis ojos más que si procediera de una fuerza
natural, terremoto, epidemia desconocida, virus devastador e invencible. Yo
respeto y admiro a las fuerzas naturales. Pero no soporto a los miserables
fabricantes de desastres que cavan todos los días nuestra fosa común
diciéndonos, hipócritas criminales: “Imposible hacer otra cosa”.[3]
El guion descansaba «sobre una triple complicidad: ciencia,
terrorismo, información» que es en la que descansa el terrorismo actual. De
hecho el filme se iba abrir con una secuencia en la que la pantalla de cine es
desplazada por la de la televisión y en ella un Ministro hace un elogio de los
grandes avances científicos y económicos de nuestro mundo.
Sobre tal amenaza se
extendía Agón, poniendo al
descubierto esa macabra alianza de ciencia, información y terrorismo que se
cierne sobre nosotros. Y eso que en las fechas en que se escribió el guion,
faltaban esa red telemática y esos teléfonos móviles auxiliares informáticos y
detonadores, claves en el terrorismo de hoy, como se ha sufrido en el 11-M...
Como siempre en su cine, la más insólita aventura fantástica mantiene su
«efecto de realidad».
Jean-Claude Carrière nos dice que a Buñuel «el terrorismo le
fascinaba y le repugnaba al mismo tiempo» y en este su último guion examina a
los terroristas con esa precisión de su primera vocación de entomólogo con que
disecciona a otros grupos sociales o personajes patológicos en sus películas.
En contraste con sus actos terroristas, y con el desarreglo que
pareciera conllevar su vida de asesinos, los terroristas se presentan como
personas de situación y apariencia burguesa, perfectamente adaptados a la moda
y a los modos de la sociedad...
Asimismo, Buñuel se adentra en la intimidad, o falta de ella, de
los terroristas, mezcla de seres fanatizados por la idea y de robots
deshumanizados que matan y planean sus ejecuciones sin ningún reparo o
vacilación. Uno de sus juegos es el de imaginar que, al apretar un botón,
mueren mil millones de personas…
Todas las peripecias del relato avanzan prendidas en el suspense
de la fabricación de la bomba y del momento de su explosión, con el trasfondo
de la determinación de los terroristas, sabiendo aprovechar y disponer
inteligentemente todo el entramado de ciencia, tecnología e información, el
desconcierto de los políticos gobernantes y la indiferencia de la población: la
burguesía en sus salones convierte el terrorismo en un trivial tema de conversación
de «su discreto encanto»...
Pero, cuando están esperando el momento propicio para detonarla,
la escena cambia al Moulin Rouge, en cuyo escenario, entre las bailarinas
emplumadas, aparece bruscamente un hombre anunciado el siguiente comunicado:
«Una bomba de Hidrógeno ha destruido hoy la ciudad de Jerusalén y toda la
región circundante». Ante acontecimiento de tal magnitud, los terroristas
disuelven su Grupo de Acción Revolucionaria e informan, en un comunicado al
presidente de la República, el lugar donde está instalada «su pequeña bomba
atómica»…
En el cielo «sombrío amenazador», de entre el «lúgubre» hongo
atómico» surge una silueta que reposa sobre la cima del hongo y se acerca al
espectador. Reconocemos a Cristo que se acerca, con la mano derecha levantada,
inmóvil, y acercándose, «poco a poco» a los espectadores, rodeado de «nubes
cada vez más sombrías», vemos que «sus ojos no son más que órbitas vacías»;
imagen ésta que iba a cerrar el cine de Buñuel, el cual había comenzado con un
corte de ojo. Dos imágenes sobrecogedoras, y esta última la más provocadora,
escandalosa de su cine, Buñuel, ateo-cristiano, se iba a despedir del cine
representando sobre la tierra santa destruida, la parusía, «advenimiento
glorioso de Jesucristo al fin de los tiempos»; claro que este advenimiento no
parece nada glorioso…[4]
Edición del guion |
A continuación les hago un resumen del guion.[6]
Es importante tener en cuenta que no se trata de un guion definitivo. Buñuel
elaboraba sus guiones en varias fases, separadas por periodos de “reposo” de
algunos meses. En este caso no se pasó de la primera fase y eso se nota, porque
hay anotaciones en guion referentes a consultas con especialistas para algunos
temas. Ya hemos visto con anterioridad, que Buñuel solía documentarse muy bien
cuando realizaba un guion: Simón del desierto, La vía láctea,
etc.
Interior Estudio Televisión.
El presentador de la cadena pasa la comunicación al Comité Nobel.
Interior Salón del Comité.
El Comité expone que el petróleo es el peor enemigo de la comunidad y propone
la eliminación de todos los pozos.
Interior Estudio Televisión.
El presentador entrevista al ministro sobre la propuesta del Comité. Este la
tacha de locura y que el petróleo no es nuestro enemigo, que no estamos en el
peor de los mundos y que a la tierra le quedan miles de años de permanencia.
Habla del valor de la figura de Cristo.
Interior catedral.
Un arzobispo celebra misa. En su discurso habla de que el fin del 2º milenio se
acerca. Que se acerca la parusía, la 2ª venida de Cristo. La vida del hombre es
sagrada y que el que mata es un criminal a los ojos de Dios.
Exterior terraza café.
Dos jóvenes hablan de una especie de juego: si apretando un botón pudiera matar
a miles de personas lo haría porque sería un beneficio para la humanidad. Hojeando
el periódico lee el discurso del arzobispo[7].
Los jóvenes lo critican, manifestando su preferencia por los obispos de antes.
Exterior arzobispado.
El arzobispo Soldevila y su secretario entran en una limusina para dirigirse al
convento de Santa Clara.
Exterior convento.
Hay un automóvil parado con los jóvenes del café acompañados de una joven.
Llega la limusina del arzobispo, que espera en la puerta de la verja a que una
monja le abra la puerta. El otro coche se pone a su lado y asesinan al
arzobispo, a su secretario y a la monja que ha acudido a abrir la verja.
Bosque. Los componentes de la
banda cambian de coche.
Plaza Blanchi.
Llega el coche y se para junto al Moulin Rouge. Los jóvenes bajan y se marchan.
Interior Moulin Rouge.
Hay un espectáculo de revista. Sube un locutor al escenario y le dice a los
espectadores que por medidas de seguridad deben abandonar el local. Entra la
policía y la gente, llena de pánico, se precipita hacia la salida.
Apartamento de Wladimir.
Wladimir y otro joven entran en el vestíbulo del edificio y confirman a la
portera que se van a marchar. Suben a su piso y hacen las maletas. Guardan dos
bombas de mano. Llega la joven del grupo que ha matado al arzobispo y les
confirma que el trabajo está concluido. Posteriormente entra otro joven,
Brummel, procedente de un campamento de adiestramiento.
Campamento de adiestramiento.
Se ven unos 20 reclutas haciendo prácticas y cómo Brummel renuncia y se marcha
del campamento.
Apartamento de Wladimir.
Brummel está contando cómo decidió marcharse del campamento.
Casa madre de Norma.
Llega Norma. Su madre está enferma, y aunque no quiere que esta la vea la
llama.
Supermercado. Norma sale de
comprar.
Exterior calle.
Norma conduce el coche. Le para un control policial y le piden la
documentación. Ven algo extraño y le piden que les acompañe a la comisaría,
pero ella saca una pistola y los mata.
Interior gran salón.
Fiesta nocturna mundana. La anfitriona y algunos de sus invitados comentan el
atentado a los policías y del terrorismo. De que la mujer terrorista está
masculinizada. La anfitriona se acerca a saludar a unos invitados que acaban de
llegar. Se trata de Brummel y su madre.
Los invitados siguen comentando que el terrorismo se ha
convertido en un medio de comunicación y que viene de antiguo.
Ilustración de Carrière |
Bosque. Edad Media.
Un joven y una anciana van buscando setas. Un soldado mata a la anciana y con
su señor se llevan al joven.
Calle de aldea. Ed. Media.
Una familia de campesinos trabajando. Un aldeano alerta de que “vienen” y todos
se esconden con sus hijos en sus casas.
Los jinetes atraviesan el poblado. Uno de ellos lleva atravesado el joven de
antes sobre el caballo.
Interior salón.
Los invitados hablan ahora de los crímenes de Gilles de Rais[8].
La anfitriona coge a Brummel y le presenta a la condesa de Isigny. Por la
conversación se deduce que el joven lleva una vida burguesa y que es una
persona culta, pues habla 4 idiomas.
Calle de barrio pobre.
Uno de los jóvenes del atentado contra el arzobispo, Abel, va por la calle.
Interior habitación del barrio.
Es muy pobre y sucia. Norma está en la cama con un joven. Entra Abel y le
comunica a Norma que tiene que irse al Líbano. Después hablan sobre los
sentimientos y el amor. El amor puede ser un peligro, porque lo hace a uno
vulnerable.
Interior casa banquero.
El banquero está desayunando con su mujer y le dice que se marcha a la montaña
para reflexionar.
Montaña. El coche del banquero
se detiene. Baja y se adentra en la montaña. Allí se encuentra con Wladimir, al
que entrega un paquete con dinero. Wladimir le pide una barcaza y el banquero
le asegura que la tendrá. Wladimir le pregunta que cómo siendo banquero les
ayuda y le contesta que porque detesta a
la sociedad por motivos personales.
Celda de Norma, día.
Junto a la joven están su abogado y un juez. Este intenta interrogarla, pero no
consigue hacerla hablar.
Embajada, día
(De un país africano o del Oriente Próximo). Wladimir entra y se dirige al
despacho del agregado militar. Este le enseña dos cajas con armas y le comunica
cuándo y dónde se las entregará.
Exterior. Carretera.
Pasa un camión y en determinado lugar afloja la marcha y deja caer las dos
cajas sobre la hierba. Cuatro miembros de la banda salen de un coche oculto y
las recogen.
Estudio de televisión.
Sala de redacción. Varios periodistas hablan de las distintas noticias y no
están satisfechos con lo que hay. Llaman por teléfono al presentador (el mismo
del comienzo del guion). Se trata de Arteta, uno de los miembros de la banda,
que le pide que acuda a una cita para darle una gran noticia.
Interior estación metro.
El presentador de TV ha acudido a la cita. Llega Arteta y le pide que le
acompañe.
Almacén. Noche.
Los dos entran en un almacén abandonado de las afueras. Allí está Eyisée, que
le comunica que como el gobierno ha rechazado su oferta van a emprender una
acción espectacular. Se lo dice porque su programa tiene mucha audiencia y para
que su acción tenga un gran impacto.
Taller, interior.
Wladimir está preparando una bomba. Baja al sótano y allí hablan sobre la
acción que van a emprender. Jacques no está conforme con matar civiles, aunque
al final acepta.
Apartamento de Jacques.
La familia está desayunando y Jacques empieza a llorar. Se retira, pero su
padre va tras él y consigue que le diga lo que le pasa: que se prepara algo
horrible.
Aeropuerto. Un autobús lleva los
pasajeros del concorde al avión.
Comisaría, interior.
Jacques y su padre entran en la comisaría y piden ver al comisario con
urgencia.
Oficina del aeropuerto.
El director del aeropuerto recibe una llamada del comisario.
Aeropuerto. El concorde despega.
Exterior bosque.
Elysée dispara un misil que alcanza al avión en vuelo y estalla. Elysée y sus
amigos se marchan.
Interior autobús de televisión.
El presentador está reunido con sus colaboradores. Reciben la noticia del
concorde. El presentador pide a uno de sus colaboradores que se mantenga en
contacto con la policía.
Interior comisaría.
El comisario le pide a Jacques que le diga todo lo que sabe.
Casa de Wladimir.
Llegan dos furgonetas de la policía al exterior del edificio. Rodean la casa y
entran. Suben y llaman a la puerta. No abren y la derriban. Hay un tiroteo tras
el que dos de los componentes de la banda mueren y varios policías son heridos.
Solo se salva Brummel, que es sacado a empujones.
Interior despacho juez.
El abogado de Norma ha ido a quejarse porque lleva 15 días sin poder ver a su
cliente y porque está sometida a terror psicológico al tenerla siempre con la
luz encendida. El juez le asegura que aquello se acabó y que son medidas
terapéuticas. Al juez le acompaña un psiquiatra y dice que lo de Norma es un
problema de salud mental, lo mismo que le ocurría a Robespierre, Lenin o
Cristo.
Café de la prefectura de policía. En el interior hablan Wladimir y un ingeniero. Se reúnen allí
porque es el último sitio del que sospecharía la policía. Hablan de la
confirmación del pedido y del pago de los 100.000 dólares.
Ilustración de Carrière |
Interior celda Norma.
Norma está desesperada pues no puede dormir ya que la luz siempre está
encendida. Tampoco le dan agua. Se encuentra en huelga de hambre. No sabe en
qué momento del día se encuentra. Tiene alucinaciones. Ve al arzobispo Soldevile
y charla con él. También con Brummel.
Calle. Planos de la calle de
día y de noche, para indicar el paso de los días con Norma en la misma
situación.
Interior sala de conferencias.
Hay 5 o 6 personas ante el público en un simposio sobre la violencia. Cuando le
dan la palabra a una psicóloga (Norma), saca un par de pistolas y empieza a
disparar sobre el público.
Interior celda de Norma.
Intenta suicidarse con las medias pero fracasa.
Interior celda de Brummel.
Entra el médico a reconocerle y le aconseja que hable, pero no consigue nada.
El médico se extraña de que una persona inteligente e instruida se dedique a
eso y Brummel lo acusa de ser un pequeño burgués.
Exterior camino, noche.
Wladimir le entrega el dinero al ingeniero y recoge su pedido. Cuando el ingeniero
se marchaba lo matan y recuperan el dinero.
Interior sótano noche.
La banda está reunida y hablan de la colocación de la bomba atómica junto al
Louvre. Uno de los miembros, Catón, pregunta que si antes estaban en contra de
la energía atómica cómo es que ahora la utilizan. Dice que no está de acuerdo e
intenta marcharse, pero le matan antes de salir.
Puerto fluvial, día.
El banquero está tratando la compra de la barcaza que le pidió Wladimir con el
propietario.
Interior sótano y taller.
Wladimir enseña a sus compañeros la bomba ya preparada.
Interior Ministerio del Interior. El ministro está reunido con el Jefe del Gabinete y otros
colaboradores. Están leyendo el comunicado de la banda con la amenaza de una
bomba nuclear si no sueltan a los presos. Le emplazan a que vayan al nº 51 de
la calle des Hermes, para comprobar que van en serio.
Calle des Hermes.
La policía entra en un garaje abandonado y encuentra un paquete, que una vez
analizado en el laboratorio e constata que es plutonio.
Interior Sala del Consejo.
Reunión extraordinaria del Consejo de Ministros. El Comisario General de
Energía Atómica les confirma que cualquiera puede elaborar una bomba atómica.
Después consultan con un equipo de psicólogos si se atreverían a hacerla
explosionar y le confirman que sí. Posteriormente se plantean si sería
conveniente negociar.
Exterior, Sena.
La gabarra se detiene junto al Louvre.
Interior Sala del Consejo.
El Gobierno decide abandonar París y mantener el tema en secreto, pues si se
supiera las consecuencias podrían ser peores.
Ilustración de Carrière |
Exterior, cielo, día.
Cielo amenazador. Una silueta va acercándose sobre la cima del hongo. Se trata
de Cristo con las órbitas vacías.
En el guion contiene casi
todos los elementos característicos del creador: respeto por el individuo y
desconfianza por la manada; desprecio por las estructuras en que se basa la
sociedad; preocupación por la explosión demográfica y la dictadura de la
tecnología; ambivalencia frente a ciertas posibilidades del terrorismo;
desesperanza ante la confrontación aniquiladora que se aproxima. [9]
Es uno de los guiones más
amargos de Buñuel. Se da una visión de Cristo como una especie de gran
terrorista. Y ello por ser responsable doctrinal de algunos de los peores
fanatismos que han asolado la historia de la humanidad.[10]
Si quiere profundizar en el tema lea el post: Buñuel y el terrorismo
Si quiere profundizar en el tema lea el post: Buñuel y el terrorismo
[1] José de la Colina: Agon, o el canto del cisne según Luis Buñuel,
Contracampo, nº1, abril 1979, pág. 7
[1a] Jean-Claude Carrière: San José Purúa, en: México fotografiado por Luis Buñuel, Ministerio de Cultura, 2008, pág. 43. Hay que hacer constar las diferencias entre lo que dijo Buñuel en el párrafo anterior, en diciembre de 1978, y lo de Carrière, hacia 2008. Buñuel cuenta que lo escribió en Normandía, Francia, y Carrière en San José Purúa, México. Las declaraciones de Buñuel las hizo el mismo año en que lo escribió, 1978, luego en la fecha la razón es de Buñuel, pero este declara que lo escribió en Normandía y Carrière en México. ¿Se hizo la primera versión en Normandía y la 2ª intentaron hacerla en México, pero fracasó? Por otro lado el error de llamar a Carrière, Luis ¿es del realizador o del que escribió el artículo: José de la Colina? Buñuel tenía 78 años.
[1a] Jean-Claude Carrière: San José Purúa, en: México fotografiado por Luis Buñuel, Ministerio de Cultura, 2008, pág. 43. Hay que hacer constar las diferencias entre lo que dijo Buñuel en el párrafo anterior, en diciembre de 1978, y lo de Carrière, hacia 2008. Buñuel cuenta que lo escribió en Normandía, Francia, y Carrière en San José Purúa, México. Las declaraciones de Buñuel las hizo el mismo año en que lo escribió, 1978, luego en la fecha la razón es de Buñuel, pero este declara que lo escribió en Normandía y Carrière en México. ¿Se hizo la primera versión en Normandía y la 2ª intentaron hacerla en México, pero fracasó? Por otro lado el error de llamar a Carrière, Luis ¿es del realizador o del que escribió el artículo: José de la Colina? Buñuel tenía 78 años.
[2] Jean-Claude Carrière, en: Luis
Buñuel: Agón, Instituto de Estudios Turolenses, 1995, Pág.
18
[3] Luis Buñuel: Mi último suspiro, Plaza & Janés,
1993, págs. 245-6
[4] Víctor Fuentes: Del surrealismo al terrorismo en el último
Buñuel. En: Víctor Fuentes: Buñuel,
del surrealismo al terrorismo. Ed. Renacimiento, 2013, págs. 255-61
[5] Agustín Sánchez Vidal: Vida y opiniones de Luis Buñuel. Instituto
de Estudios Turolenses, 1985, Pág. 51
[6] Luis Buñuel: Agón, Instituto de Estudios Turolenses,
1995
[7] Se trata del arzobispo
Soldevila al que Buñuel le tenía bastante ojeriza.
[8] Buñuel ya escribió sobre
Gilles de Rais en su guion La-bàs que
escribió unos años antes.
[9] Pedro Christian García
Buñuel: Recordando a Luis Buñuel. Diputación
Provincial de Zaragoza, 1985, Pág. 194
[10] Agustín Sánchez Vidal: Los expulsados del paraíso. Fundación
ONCE, 1995, Pág. 71
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