La policía en la obra de Luis Buñuel

El ejército, la policía y la Iglesia se han encontrado siempre en el punto de mira de Buñuel, y cada vez que puede, dirige sus dardos contra ellos, pues considera, con razón, que son instituciones cuyo objetivo fundamental es servir a los poderosos y reaccionarios y mantenerlos en el poder.
Hacía lo que me encargaban, pero siempre den­tro de una moral, de mi moral. No hice películas alaban­do a la Policía, ni a la Patria, ni al Ejército.[1]
Así es la aurora
A Buñuel le gustaba su película Así es la aurora porque: Por fin he podido hacer algo contra la policía. Que es, en el fondo, lo que verdaderamente quiero hacer en la vida.[2]
Cuando hablamos del clero, ya vimos cómo aparecía de forma simbólica en unión del policía y el militar en algunas de sus películas.
Son numerosos los policías, comisarios, guardias civiles o ministros del interior que desfilan por sus películas en connivencia con la Iglesia y el Ejército:
·        La edad de oro: Tras besarse los amantes sobre el fango son separados violentamente por la policía. El plano siguiente muestra al protagonista, escoltado por dos policías. Policía, Ejército e Iglesia participan en la Inauguración de Roma.  Posteriormente el protagonista es interrumpido en sus escarceos amorosos por la llamada de teléfono del ministro del interior
·        El discreto encanto de la burguesía: Aparece también un ministro del interior (Michel Piccoli) que libera a los tres detenidos por tráfico de drogas. El policía sangrante.
·        El fantasma de la libertad: Aparecen dos actores diferentes, Julien Bertheau y Michel Piccoli interpretando al mismo Jefe Superior de Policía. Los policías alborotan como los colegiales, el prefecto de policía es maltratado por los guardias. La carga policial al final de la película.
·        Ensayo de un crimen: Un cura, un policía y un militar charlan animadamente en la boda. ...Archibaldo detesta a la policía (no le da la mano ni invita a sentarse al que le trae la noticia de la muerte de Patricia).
El discreto encanto de la burguesía
·        Así es la aurora: El comisario Bertheau, instruido y enemigo de las brutalidades policiales, aplasta con el talón la mano de un abuelo encerrado en un gallinero. El protagonista se niega a estrechar la mano del comisario al final.
·        Los ambiciosos: El protagonista (Gérard Philipe) va a reunirse con su amante (María Félix). Cuando apenas se han dado un beso suena el teléfono. El ministro del interior le ordena que controle a los rebeldes. Buñuel muestra la omnipresencia y la bajeza de la policía y sus procedimientos de chantaje a lo largo de la película.
El tema del Ministro del Interior es una auténtica constante en el cine de Buñuel, a quien tenía que fascinar un nombre que en una lectura surrealista resulta tan revelador de su función social, al denunciar su papel represor de los deseos interiores (La edad de oro). Un empleo parecido encontramos en El discreto encanto de la burguesía, donde Michel Piccoli que también da por teléfono órdenes ininteligibles que suponen la liberación de los protagonistas.
El fantasma de la libertad
En Ilegible hijo de flauta, el proceso de liberación interior de Ilegible comenzaba en el momento en que se empiezan a suicidan todos los policías de la ciudad con su propia pistola, significando ello la desaparición del superyo o censura moral.[3] 
En el cine de Buñuel se repiten algunas constantes:
·         El soplón está mal visto por el realizador:
o   Don Carmelo, el ciego de Los olvidados, es un avaro, que golpea a el Ojitos, intenta aprovecharse de la joven Meche y es un soplón confidente de la policía.
o   En Viridiana el ciego que preside la Última Cena es llamado soplón por ser confidente de la policía.
·         Tampoco debe ser casualidad la asociación de la costura con la denuncia:
·         En La muerte en este jardín, la prostituta Djin está cosiendo tras haber denunciado a la policía al aventurero Shark.
·         En Diario de una camarera, Célestine cose mientas la policía se lleva a Joseph a quien ella ha implicado en un asesinato.
·         La represión policial: es una imagen que vuelve a mi memoria. Está también en Tristana y en cierto modo en el final de El fantasma de la libertad. Son recuerdos de Zaragoza [...] Quizá, en El ángel exterminador la carga de la policía no tenga relación con el encierro en la iglesia, y sean dos hechos coincidentes por casualidad.[4]
El fantasma de la libertad
En Los olvidados vemos a una madre que rechaza a su hijo y lo entrega a la policía. Paloma (El Bruto) entrega a la policía, a el Bruto, que lo mata y Célestine (Diario de una camarera) entrega a Joseph a la policía, tras acostarse con él.
La escena de Los olvidados en que un policía salva a Pedro de caer en las manos de un pederasta, le ocasionó las críticas de algunos comunistas, George Sadoul entre otros, hasta que Pudovkin elogió la película.

Buñuel tenía claro que: Tampoco creo que, individualmente, un policía tenga siempre que ser un mal hombre. Un policía podrá... pegar a unos estudiantes que hacen una manifestación, pero puede estar bien un día en que a usted lo asalten y él llegue a impedirlo[5].


[1] Carlos Rodríguez Sanz, Manuel Pérez Estremera, Vicente Molina Foix Y Augusto M. Torres, Nuestro cine, nº 63, julio 1967. Tomado de: Augusto M. Torres: Buñuel y sus discípulos, Huerga & Fierro, 2005, pág. 39
[2] Max Aub: Conversaciones con Buñuel. Aguilar, 1985, pág.386
[3] Agustín Sánchez Vidal: Luis Buñuel. Ed. J.C., 1984, pág. 79
[4] Tomás Pérez Turrent y José de la Colina: Buñuel por Buñuel, Plot, 1993, pág.131
[5] Tomás Pérez Turrent y José de la Colina: Buñuel por Buñuel, Plot, 1993, pág. 54

Comentarios

  1. Soy un gran admirador de Luis Buñuel desde hace varios años y siempre que quiero saber algo sobre él, o reafirmar un dato y su veracidad, vengo a éste espacio. Me parece excelsa y de suma importancia e interés, toda la información que proporciona en éste espacio, Manuel. Le agradezco mucho por tomarse el tiempo de hacerlo con tanta dedicación. Aprecio mucho todo lo que aquí se ha escrito. Reciba un fuerte abrazo de mi parte y mis más cordiales saludos. ¡Muchas gracias! Desde México - Victor.

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  2. Soy un gran admirador de Luis Buñuel desde hace varios años y siempre que quiero saber algo sobre él, o reafirmar un dato y su veracidad, vengo a éste espacio. Me parece excelsa y de suma importancia e interés, toda la información que proporciona en éste espacio, Manuel. Le agradezco mucho por tomarse el tiempo de hacerlo con tanta dedicación. Aprecio mucho todo lo que aquí se ha escrito. Reciba un fuerte abrazo de mi parte y mis más cordiales saludos. ¡Muchas gracias! Desde México - Victor.

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