Los olvidados: Memoria del Mundo
Es sabido que el negativo de la película de Luis Buñuel Los
olvidados (1950) fue declarada Memoria del Mundo por la UNESCO en 2003.
Antes solo estaba la película Metrópolis (1927) de Fritz Lang, el
director admirado por el aragonés. Después otras películas recibirían este
reconocimiento, como americana El Mago de Oz (1937) de Víctor
Fleming, la australiana La historia de la banda de Kelly (1906)
de Charles Tait o las películas de los hermanos Lumière.
Los olvidados fue producida por la compañía Ultramar Films de
Oscar Dancigers, a la muerte de este productor el negativo original, con sus
derechos totales, fue adquirido por Clasa Films S.A., propiedad principalmente
del Sr. Manuel Barbachano Ponce y del camarógrafo Gabriel Figueroa, y a la
muerte de Barbachano Ponce los derechos del filme fueron comprados por Televisa
S.A..
El negativo se dio por perdido durante muchos años, aunque
la realidad es que lo tenían en los locales de Clasa Films S. A. sin que lo
supieran. Cuando este “apareció” en las bodegas de Clasa Films lo entregó a la
Filmoteca de la UNAM en donde quedó como un depósito de Televisa S.A.
Pero poco antes de este descubrimiento se produjo otro
“descubrimiento” relacionado con la película: el segundo final de la película,
del que se desconocía totalmente su existencia.
Veamos como ocurrió: En diciembre de 1996 se inauguraba en
el Museo del Palacio de Bellas Artes de México la exposición ¿Buñuel! La mirada del siglo. Esta
exposición se había realizado con anterioridad en Bonn en 1994 y en España en
el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía ese mismo año de 1996.
Iván Trujillo, entonces titular de la Dirección General de
Actividades Cinematográficas de la UNAM escribió el siguiente texto que
apareció en la Gaceta de la UNAM en octubre de 2006: “En 1993 se acercaron a
nosotros representantes de la Kunst Halle de Bonn, que deseaban organizar una
gran exposición y retrospectiva de la obra de Luis Buñuel, para lo que colaboramos
produciendo una buena cantidad de copias. La exposición posteriormente viajaría
al Museo Reina Sofía en Madrid y terminaría en 1996 en el Palacio de Bellas Artes.
Para diferenciar un poco la exposición en México de la que se había presentado
en Alemania y España, los curadores de Bellas Artes decidieron hacer énfasis
en el filme Los olvidados, para lo que nos solicitaron reproducir en papel
algunos fotogramas claves de la película a partir de nuestro internegativo,
que en ese momento era el mejor elemento que se conservaba de la película. En
ello se encontraban trabajando nuestros técnicos cuando ese día recibí la visita
de una reportera del Canal 11 de televisión que deseaba hacer una nota sobre la
Filmoteca de la UNAM para el noticiero cultural.
Después de contestar algunas preguntas sobre el trabajo
cotidiano, la acompañé a hacer un recorrido por nuestras instalaciones, en el
Colegio de San Ildefonso. Al llegar al departamento técnico nos llamó la
atención que reunidos alrededor de una moviola varios trabajadores discutían
con Francisco Gaytán. En ese momento nos dimos cuenta que desde tiempo atrás
teníamos en el acervo un final alternativo del filme y no lo sabíamos.” [1]
Francisco Gaytán, curador de la Filmoteca de la UNAM,
explica cómo se dio con ese segundo final: Cuando se mandó buscar el negativo
de la película para hacer la copia de algunos fotogramas, le trajeron ocho
rollos y en la ficha técnica ponía que la película constaba de nueve rollos.
Aunque los técnicos le dijeron que la película estaba completa en los ocho
rollos, el curador pidió ver el contenido del noveno rollo y al desplegarlo
leyó “Los Olvidados. Segundo final”.[2]
Seguimos de nuevo a Iván Trujillo: Casualmente yo entré al
taller donde sucedía esto, mientras el técnico estaba comprobando que, en
efecto, la película tenía otro final. Me acompañaba una reportera de la
televisión y al enterarse de esa discusión, me incluyó en el reportaje. Le pedí
que no lo emitiera, pero esa misma noche se emitió en la televisión en un
noticiero cultural. Yo pensaba que ese programa no tenía audiencia, pero al día
siguiente apareció en un periódico.
Así comenzó a gestarse una noticia importante. De allí
pasó a diferentes lugares. El periódico inmediatamente se puso en contacto con
Jaibo, el actor principal de la película y él negó que se hubiera hecho otro
final. Pero finalmente tuvimos que dar a conocer ese segundo final.[3]
Es curioso, pero a pesar de que en la última página del
guion original de Buñuel, el que utilizó para el rodaje, en su última página el
realizador escribió a mano: “Rincón Ojotes 2º final”[4],
tachado con una cruz como hacía habitualmente Buñuel cuando rodaba un plano.
Sobre el origen de este segundo final solo podemos especular, porque las dos
únicas personas que podrían explicarlo, Buñuel y Dancigers han fallecido. El
resto de los vivientes no recuerda nada de haberse rodado ese final que
desvirtuaba totalmente el sentido original de la película. Es opinión
generalizada que el realizador lo rodaría a petición del productor Oscar
Dancigers, por si las cosas se ponían difíciles a la hora de exhibir la
película. Debemos recordar que a lo largo de su carrera, Buñuel ha declarado en
varias ocasiones su preocupación porque los productores no perdieran el dinero
invertido en sus películas, aparte del hecho de que en este caso el productor
era un buen amigo suyo, que le había proporcionado trabajo cuando se encontraba
en una pésima situación económica. De todas formas, una vez que la película fue
premiada en Cannes, se hacía imposible cualquier intento de sustitución.
Si Buñuel se hubiera visto obligado a utilizar ese segundo
final hubiera ocurrido algo parecido a lo que pasó con su siguiente filme,
Susana, en la que el final no guarda relación con lo visto en el resto de la
película. Lo que debe quedar claro es que no hubiera obtenido la consideración
que después ha tenido la película.
Un año después de este descubrimiento, en 1977, en un lote
de material que llegó a la Filmoteca de la UNAM, con fecha de ingreso 21 de
noviembre de 1997 apareció el negativo original de la película Los
olvidados, uno de los últimos en ser filmados en nitrato de celulosa. Apareció
al hacer una clasificación de los archivos de Manuel Barbachano: “Se sabía que
el negativo de Los olvidados estaba perdido. Nosotros teníamos una copia.
Estaba intocada en la Filmoteca. A Barbachano Ponce ya no le preocupaba tanto
porque existían respaldos y la película había sido vendida a Televisa. Cuando
Barbachano Ponce desaloja los foros que tenía en Churubusco donde alquilaba un
local y sus oficinas, aparece el negativo original: ¡lo habían tenido siempre
pero no lo sabían!”[5]
El negativo original fue restaurado en 2000 con motivo del
centenario del nacimiento de Buñuel con un costo de 200.000 pesos (unos 18.000
dólares) y supuso la transformación del material inicial de nitrato de celulosa
en poliéster “para asegurar su permanencia”,
En 2002 la Filmoteca de la UNAM y la
Cineteca Nacional/Conaculta, ambas de México propusieron a la Unesco que
incluyera el negativo de la película en la lista Memoria del Mundo. En dicha
solicitud se dice: El negativo original en soporte de nitrato de celulosa de Los
olvidados, estuvo perdido durante 20 años, afortunadamente apareció y
ahora se resguarda en las bóvedas de la Filmoteca de la UNAM, depositado ahí
por su actual propietario la compañía Televisa, S.A., la cual adquirió derechos
patrimoniales absolutos incluyendo el negativo original que es el que
proponemos para su nominación.
Las imágenes de Los olvidados, están impresas en un
soporte de nitrato de celulosa, de 35 mm., blanco y negro, en dos pistas
separadas, una de imagen y otra de sonido óptico de área variable de 8 rollos
cada una, con una longitud de 2,210 metros.
Es necesario aclarar que debe considerarse también como parte de este
inventario el pequeño rollo en película de 35 mm., positivo de proyección, de
lo que llamamos el "segundo final" de esta película encontrado en la
filmoteca de la UNAM en diciembre de 1996, con una longitud de 56 metros, que
nunca fue exhibido en su momento.
El negativo original de Los olvidados en soporte de nitrato
de celulosa, viejo y maltrecho, por las erróneas prácticas industriales y
comerciales del cine mexicano que nunca protegían los negativos originales de
sus producciones, obteniendo de ellos un duplicado maestro y de éste un
duplicado negativo para de él obtener las múltiples copias de exhibición para
su explotación, se encuentra aunque completo en su longitud, con ralladuras en su base y en su emulsión y dado
que por su edad y por su deficiente
almacenaje anterior, es necesario restaurarlo integralmente para pasar sus
imágenes y sonido a un nuevo material de seguridad, utilizando las modernas
técnicas de digitalización hasta reproducir una copia maestra que asegure su
permanencia para las futuras
generaciones.
El negativo original se añade se encuentra bajo la custodia
de la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México en las bóvedas
especiales para nitrato de celulosa. Aunque se sabe que desde su fabricación
empieza lentamente a descomponerse física y químicamente el negativo de Los
olvidados no presenta ningún signo de descomposición física ni química,
no presenta encogimiento, alabeo, fragilidad, ni desvanecimiento de la imagen,
ni del sonido. Los daños sensibles son las ralladuras tanto en la base como en
la emulsión por exceso de manejo en su reproducción.
La fragilidad del soporte original en nitrato de filmes como
Los
olvidados, hace absolutamente
indispensable encontrar la manera de protegerlos y prevenir que en el futuro ya
no existan copias en formato original. El negativo de Los olvidados existe y
está en buenas manos, pero esta matriz
se ha utilizado para generar innumerables copias, desgastándola y poniendo en
riesgo su óptima condición y preservación, requiere entonces el mayor cuidado
por lo que es necesario el uso de nuevas tecnologías que lo conserven.[6]
En 2003 la película Los olvidados es reconocida como patrimonio
documental de la humanidad en el Programa Memoria del Mundo de la Unesco. Se
proyecta la copia restaurada de la película. Francisco Gaytán, curador de la
Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que tiene a su
cargo el resguardo de la película, afirmó que buscará recursos económicos para
elaborar un “interpositivo” de este filme, del que se realizarían copias,
evitando el deterioro del negativo original.
En 2005 se estrena en México la versión restaurada. La
restauración se ha hecho de manera artesanal y no digital "para no perder
su estado original".
En octubre de 2010 se encuentra nuevo material de la
película en La Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En este caso se trata de una parte del negativo original del segundo final (lo
que se encontró en 1996 era el positivo de proyección) y una escenas que Buñuel
eliminó al realizar el montaje definitivo: Al revisar el tráiler de Los
Olvidados la primera escena que llegó a mis ojos fue ¡un fragmento
del “segundo final”!. Qué paradoja, por lo menos el negativo de cámara de
ese malhadado final alternativo había servido, sino para exhibirse como final,
sí para armar el avance publicitario de la película. Ya desde el descubrimiento
en una copia positiva de proyección de ese “segundo final”, me había preguntado
dónde estaría el material de cámara del fragmento tan maldito para la historia
de la realización buñueliana. Así pasaron los años y no habíamos
encontrado nada, y he aquí que, por lo menos unos metros de ese negativo, están
incluidos en el tráiler.
Más sorpresas siguieron en la revisión: éste tan ignorado
tráiler tiene varias tomas que no fueron incluidas en la edición final de Los
olvidados, unas porque simplemente fueron tomas “no buenas”,
otras que definitivamente deben haber formado parte de un guion –o que se le
ocurrieron espontáneamente a Buñuel en el momento de la filmación— y que
finalmente no le gustaron y las eliminó, y otras, sin duda, las mejoró cuando hizo
la revisión en pantalla. [7]
«Sabíamos que teníamos ese material y no lo habíamos
revisado, lo cual es un error nuestro», dijo Francisco Gaytán.
En las escenas nuevas se muestra:
·
El Jaibo abrazando a la madre de Pedro en la
cocina de su casa.
·
Ojitos matando una rata con un palo y después
cogiéndola de la cola.
·
Los hermanos de Pedro jugando con canicas y unos
pollitos en el suelo de su casa.
·
Meche y su abuelo tirando el cadáver de Pedro en
un descampado, donde se aprecia que el cuerpo es claramente un muñeco.
Aparte de estas escenas y de los planos que si se muestran
en el filme, en el tráiler también aparecen otras escenas que si suceden en la
película pero los planos son tomados desde otros ángulos ligeramente distintos,
es decir, que no aparecen tampoco en la versión final.
Esperemos que siga apareciendo nuevo material de esta
extraordinaria película, sin lugar a dudas, una de las mejores del realizador.
[1]
Rafael Aviña: Filmoteca UNAM 50 años,
Universidad Nacional Autónoma de México, 2010, pág. 67
[2]
Declaraciones hechas por Francisco Gaytán en el documental: Historias de vida: Luis Buñuel. La
Filmoteca conservaba todos los materiales de CLASA, la que compró los derechos
de las películas que hizo Buñuel con Dancigers.
[3] Entrevista con Iván Trujillo, en: Buñuel 100 años, Es peligroso asomarse al
interior, Instituto Cervantes, 2000, pág.
209)
[4] Buñuel 1950 Los olvidados Instituto de Estudios Turolenses, 2007, pág. 297
[5]
Rafael Aviña: Filmoteca UNAM 50 años,
Universidad Nacional Autónoma de México, 2010, pág. 80
[6]
Toda la información sobre el estado del negativo original está extraída del
informe para la solicitud de inclusión de la película en el programa Memoria
del Mundo.
[7] Francisco Gaytán: Escenas inéditas de Los olvidados en la Filmoteca de la UNAM, Cinetoma, 11 octubre 2010.
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